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Dijeron que solo se ataría los zapatos y hoy es profesor de Universidad

JACOB BARNETT
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Dolors Massot - publicado el 10/10/20
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Los especialistas diagnosticaron autismo al pequeño Jacob Barnett, pero su madre no se desanimó: prefirió fijarse en lo positivo de su hijo.

El amor de las madres logra prodigios. Es lo que ocurrió con Jacob Barnett, un niño estadounidense nacido en 1998 a quien el médico había diagnosticado autismo.

Aprendía de forma más lenta que el resto

En la escuela Jacob aprendía de forma más lenta que el resto de compañeros. Le resultaba difícil reaccionar a la misma velocidad que otros pequeños y se notaba que había algún problema serio en el aprendizaje. Por eso Kristine Barnett había acudido a la consulta del especialista con su hijo.
La noticia del autismo llegó con palabras que auguraban un mal futuro para Jacob. El médico había sido que el pequeño solo podría retener cuestiones básicas tales como asearse o atarse los zapatos. Aquel día Kristine sufrió un duro golpe.

En la escuela especial, otro golpe

Los padres de Jacob decidieron llevarlo a una escuela especial. Sin embargo, el niño no se adaptó en absoluto: se frustró más y se aisló del resto del grupo de alumnos. Un día dejó de hablar.

El nuevo enfoque de la madre

En medio de esta situación, que resultaba penosa para toda la familia, Kristine descubrió que Jacob tenía una memoria prodigiosa.
Esta madre decidió entonces dejar de mirar hacia aquello que su hijo no era capaz de hacer y enfocarse en lo que sí podía llevar a cabo.
Los resultados no tardaron en salir a la luz. En una semana, el pequeño aprendió cálculo, álgebra, geometría y trigonometría. En dos semanas más, ya había aprendido todas las Matemáticas de secundaria.

Jacob es más superdotado que Einstein

Un nuevo informe de los especialistas valoró de forma totalmente distinta a Jacob. Esta vez descubrieron que era un niño superdotado, con un coeficiente intelectual de 170, superior al de Einstein.

A la Universidad con 11 años

La Universidad de Indiana tuvo conocimiento de las aptitudes extraordinarias de Jacob y la institución acordó con sus padres que podía matricularse en la carrera de Física Cuántica. Jacob tenía 11 años y compartía aula con alumnos de 18 o más.

A los 14 años, comenzó el doctorado y fue contratado como profesor adjunto de esa Universidad. Aprendió 4 idiomas.

Jacob ha dado sesiones TED en las que invita a pensar más allá de aprender. Una de ellas es la siguiente que lleva subtítulos en español:

Jacob pasó a trabajar en la Pardue University (Indianapolis). En el curso 2013-2014 trabajó en el Instituto Perimeter de Canadá, destinado a la investigación en Física Teórica.

Algunos miembros de la comunidad científica piensan que Jacob podría ser ganador del premio Nobel por una teoría original de astrofísica que desarrolló cuando tenía 12 años.

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