Un nuevo acto de violencia contra los templos católicos se registró en Venezuela, a tan solo ocho días de haber sido profanado el santuario de Coromoto en Caracas. Aunque no esparcieron el Santísimo ni se robaron objetos de valor, sí lanzaron al suelo las reliquias de la beata madre Carmen Rendiles
No dejaron transcurrir ocho días y nuevamente la delincuencia arremetió contra otro templo católico en Venezuela. El más reciente acto de sacrilegio y ultraje ocurrió el sábado 3 de octubre, esta vez en la parroquia “San Rafael Arcángel”, en Palo Verde (Petare), perteneciente a la Arquidiócesis de Caracas.
De acuerdo con lo informado por el párroco del lugar, en horas de la mañana de ese día, dos hombres ingresaron por el techo del templo y abrieron el sagrario para sacar el Santísimo; igualmente, una reliquia de la tercera beata venezolana, Madre Carmen Rendiles, fue irrespetada y echada al piso.
Ante este episodio, nuevamente llama la atención la manera en que actuaron los delincuentes. “Curiosamente”, aunque causaron destrozos en el templo, no se llevaron objetos de valor; y algunos detalles coinciden con lo sucedido ocho días atrás en el santuario Nuestra Señora de Coromoto, en la urbanización El Paraíso de Caracas.
Casi en idénticas actuaciones, los desconocidos ingresaron furtivamente para causar daño en las instalaciones, y aunque profanaron los lugares de resguardo del Santísimo, no cometieron sus fechorías directamente con el principal sacramento de la iglesia católica. Coincide, además, en que se llevaron los equipos que iluminan directamente al altar.
Abrieron el sagrario y sacaron el Santísimo
El presbítero Ronny Pérez, joven párroco de esta comunidad, confirmó los hechos a través de un mensaje de voz explicando que, de acuerdo con la información recabada, ocurrió entre las 9:30 y 11:00 de la mañana. Dos hombres se escondieron en las áreas verdes de la parroquia, y esperaron para ingresar después que el sacerdote salió a buscar unas bolsas de alimentos que serán distribuidas a las personas más necesitadas de la zona.
“Ingresaron por el techo, rompieron las tejas, arrancaron la tablilla del manto asfáltico y bajaron hasta el altar, seguramente, apoyándose de las cornetas y columnas”. Solo robaron un faro que alumbraba directamente al altar, las cornetas de sonido y un MP3 que usaban para animar las celebraciones. “Lo demás fue ‘vandalaje’ (actos de vandalismo), abrieron todo, revisaron las gavetas y lanzaron al suelo todas las cosas que estaban en ellas”.
El párroco informó que también fueron forzadas las cerraduras de la sacristía donde se resguardan los vasos sagrados y otros objetos propios de las ceremonias religiosas. “Consiguieron la llave del Sagrario y lo abrieron sacando al Santísimo, tal vez con la finalidad de llevarse los copones que son dorados, sin embargo, no lo hicieron”.
Reliquia de Carmen Rendiles fue lanzada al piso
Una de las imágenes difundidas en las redes sociales y que llamó la atención, curiosamente, no fue la del Santísimo –como parece ser en la fotografía publicada- pero no eran hostias sino algodón del relicario de la beata Carmen Rendiles, aseguró el cura.
“Incluso, nuestra reliquia de la beata madre Carmen Rendiles también la sacaron del relicario y la lanzaron al suelo, igual que en el cuarto de sonido con los instrumentos musicales. Todo lo revolvieron. Además, rompieron algunas alcancías, sin embargo, no se llevaron el dinero que allí se encontraba”, explicó Pérez.
“Fue una especie de robo curioso porque no se llevaron los micrófonos que estaban afuera, ni el cableado, ni las custodias”, reflexiona. “No se llevaron los vasos sagrados ni los objetos de valor. Tal vez, porque el agujero por donde entraron no era muy grande y tenían que trepar otra vez hasta el techo para poder salir”.
“Gracias a Dios, aunque abrieron el Sagrario, no esparcieron el Santísimo y al parecer tampoco cometieron otros actos de sacrilegio como parte de esa profanación”, fue el consuelo que le quedó al párroco y a su comunidad.
Igualmente, informó que el lunes 5 de octubre, la denuncia fue presentada ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (CICPC), aunque el mismo día de los hechos, se presentó una comisión de Polisucre para recabar las primeras evidencias. No obstante, acotó el sacerdote que la visita al cuerpo de seguridad fue propicia para saber cómo van las investigaciones sobre el robo del campanario ocurrido en la madrugada del domingo 23 de junio del año 2019. Pero no ha avanzado mucho.
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ACTO DE DESAGRAVIO. El mismo día de los actos vandálicos, junto al padre Miguel Vargas, animador de la zona que llegó a expresarle su solidaridad junto a otros sacerdotes, miembros de la comunidad, grupos de apostolado y congregaciones religiosas, “hicimos una oración de desagravio para introducir nuevamente al Santísimo al sagrario”.
Luego, “el domingo 4 de octubre, hicimos una misa de reparación y una adoración debido a la profanación sufrida”. Finalizó, indicando que durante nueve días seguidos (Novena de reparación) continuarán con esta adoración al Santísimo para pedir a perdón a Dios por este sacrilegio. Diariamente, el padre Ronny Pérez, quien fue ordenado sacerdote en Caracas, el 23 de julio de 2016, transmite la misa por las redes sociales de la parroquia.
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