“En el contexto de esta crisis, es importante que los medios de comunicación contribuyan a que las personas no enfermen de soledad”. “En el contexto de esta crisis, es importante que los medios de comunicación contribuyan a que las personas no enfermen de soledad y puedan recibir una palabra de consuelo”, pidió el papa Francisco al recibir en audiencia a la delegación del semanario católico belga “Tertio”, que tras veinte años de actividad celebró su servicio a la comunidad con un peregrinaje a Roma.
“El profesional cristiano de la información debe ser, por lo tanto, un portavoz de esperanza, un portador de confianza en el futuro. Porque sólo cuando se concibe el futuro como una realidad positiva y posible, el presente también se vuelve vivible.
Estas reflexiones también pueden ayudarnos, especialmente hoy, a alimentar la esperanza en la situación de pandemia que está atravesando el mundo. Ustedes son sembradores de esta esperanza en un mañana mejor”, afirmó.
El Papa subrayó que en la sociedad actual, la información es una parte integral de la vida cotidiana, y cuando es de calidad, “nos permite comprender mejor los problemas y desafíos que enfrenta el mundo e inspira el comportamiento individual, familiar y social”.
Medios de comunicación cristianos
En este sentido, el Papa destacó “la contribución de los medios de comunicación cristianos al crecimiento de un nuevo estilo de vida en las comunidades cristianas, libre de toda forma de preconcepción y exclusión”.
“En particular, es muy importante la presencia de medios de comunicación cristianos especializados en información de calidad sobre la vida de la Iglesia en el mundo, capaces de contribuir a la formación de las conciencias”, agregó.
“Buscando una visión positiva de las personas y los hechos, rechazando los prejuicios, se trata de fomentar una cultura del encuentro a través de la cual es posible conocer la realidad con una mirada confiada”.
El gran chismoso es el diablo
“Los chismes cierran el corazón de la comunidad, cierran la unidad de la Iglesia. El gran chismoso es el diablo, que siempre está diciendo cosas feas de los demás, porque él es el mentiroso que busca desunir a la Iglesia, alejar a los hermanos y no hacer comunidad”, expresó el Papa (Ángelus dominical del pasado 6 de septiembre).
“Los cristianos comprometidos en este campo están llamados a poner en práctica de manera muy concreta la invitación del Señor a ir al mundo y proclamar el Evangelio”.
Por eso, “debido a su alta conciencia profesional, el periodista cristiano está obligado a ofrecer un nuevo testimonio en el mundo de la comunicación sin ocultar la verdad o manipular la información”.
“En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos” (Mensaje para Jornada Mundial de las Comunicaciones 2020).
Narrar los acontecimientos con ternura
Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros” (ídem).
“La Iglesia los mira con confianza y esperanza, porque, como protagonistas de los cambios actuales en estos ámbitos, en un horizonte cada vez más globalizado, están llamados a leer e interpretar el tiempo presente y a descubrir los caminos para una comunicación del Evangelio según los lenguajes y la sensibilidad del hombre contemporáneo”.
Por último, el Obispo de Roma encomendó a los comunicadores cristianos, al servicio del encuentro entre el hombre y la sociedad, a la protección de la Santísima Virgen.