El informe Planeta Vivo (edición 2020) del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) es lapidario. Y de alguna manera también deja de manifiesto los efectos devastadores de ciertas acciones humanas (que en muchos casos también pueden ser consideradas salvajes) sobre la naturaleza.
En ese sentido, este informe recuerda que desde los seres más disminutos, hasta los más grandes de la “casa común”, lo mismo que los suelos que habitan, enfrentan un “serio declive”.
“Globalmente las poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido en 68% en promedio; en América Latina el resultado es aún más impactante con una reducción en promedio del 94%”.
Entre los principales motivos para la pérdida de biodiversidad en los sistemas terrestres se destaca el cambio de uso de suelo (principalmente la conversión de ciertos hábitats como bosques, praderas y manglares en sistemas agrícolas). En cuanto a los océanos, la sobrepesca.