Un clásico infantil de la década del 90, famoso también por sus canciones que ayudaban a concientizar y soñar (aunque tampoco exento de algunos “nubarrones”), que cumple 30 años de su primera emisión Fue una de las apuestas televisivas dirigidas al público infantil más famosas de la década del 90. Surgió en Perú a través de Panamericana Televisión, pero rápidamente se expandió a otros países de América Latina.
Se trata de Nubeluz, un programa (a pesar de que se evitaba el uso de este término) cargado de colorido, juego, baile, pero también de música y mensajes de concientización (aunque también algún que otro “nubarrón” como la trágica muerte –con claros indicios de haber sido un suicidio- de una de sus protagonistas unos años después en pleno auge de su carrera).
Es que detrás del proyecto se encontraba la idea de lanzar más que un programa de televisión una gran fiesta infantil que transcurría en una nube con lenguaje propio (las nubes, el sol y el agua formaban parte de las presencias más fuertes).
Las encargadas de ejecutar esta fiesta fueron animadoras como la que hasta ese momento se había desempeñado como modelo de comerciales de TV y catálogos de belleza Mónica Santa María (la misma que años después falleciera) y la también modelo argentina residente en Perú Almendra Gomelsky.
Estas conductoras eran conocidas como las dalinas, pero también había otras categorías como las cíndelas (amigas más pequeñas de las animadoras) o los gólmidis (jóvenes bailarines que colaboraban con el show) y dicolines (niños integrantes del elenco), entre otros personajes.
En septiembre de 2020 se cumplen 30 años de la puesta en el aire del primer programa de Nubeluz, que ya dejó de emitirse hace varios años, y es por eso que vale la pena recordar algunas de sus canciones más famosas entre las que se destacan “Sube a mi nube”, “Yo quiero ser” o “Cuidado”.
Sube a mi nube:
Yo quiero ser
Cuidado:
Pero también otras como “Papi deja de fumar” (seguro más de un padre lo habrá hecho gracias a esta canción):
En las últimas horas una integrante de aquella fiesta infantil, Almendra, publicó también un mensaje en Instagram en el que agradeció haber formado parte del proyecto Nubeluz.
“Le agradezco a Dios y a la vida por darme el regalo de ser parte de sus vidas y dejarme entrar en sus hogares”, expresó.
He aquí Nubeluz, un programa que llenó de buenos mensajes la televisión abierta e inspiró a millones de niños (también padres) en América Latina, aspecto no menor en una época donde estos formatos suelen ser un tanto relegados y en tiempos de Youtube y redes sociales (con riesgos incluidos que ello también implica).
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