El pasado 10 de julio se confirmó el fallecimiento número 26 por coronavirus en Costa Rica. En ese caso, se trataba de una mujer de 89 años que estaba internada desde comienzos de julio en un hospital local.
El fallecimiento de esta mujer duele, como todas las muertes. No obstante, sucede en un país de Centroamérica que no ha estado exento de elogios a nivel internacional en cuanto al manejo de la pandemia. Es que no ha pasado desapercibido –máxime si se mira a otros países de la región- que se trata de uno de los que tienen la menor tasa de mortalidad en cuanto al COVID-19.
De momento, a nivel oficial, junto a este número de fallecidos, en Costa Rica se han constatado más de 6.800 casos confirmados con un número de recuperados que supera los 2.100.
12 de julio, día de oración
Pero este domingo no será uno más para Costa Rica, pues la Iglesia ha convocado a una jornada especial de oración que se basa en siete intenciones:
Por la pronta recuperación de los enfermos por COVID-19
Por los médicos, enfermeros y personal de apoyo del área de salud
Por las autoridades gubernamentales, para que tengan sabiduría y puedan responder a todas las exigencias de los diversos sectores
Por los cuerpos de seguridad y policía para que puedan conservar la paz de la población
Por los productores agropecuarios y demás áreas de producción, para que tengan ánimo y esperanza
Por el descanso eterno de los difuntos, especialmente los que han muerto a causa del COVID-19
Por todos los habitantes de Costa Rica, para que sigan responsablemente observando las normas sanitarias