Santa Teresa de Lisieux se expresó con estas palabras: “Me consagro solemnemente a vuestro servicio. Prometo seros fiel e intentar imitar vuestras virtudes"
Si buscamos lo que santa Teresa de Lisieux dice de los ángeles, no debemos esperarnos un tratado complicado sino, más bien, un collar de melodías que mana de su corazón. Los santos ángeles formaban parte de su experiencia espiritual desde pequeña.
“Me consagro a vuestro servicio”
A los 9 años, antes de su primera comunión, santa Teresita se consagró a los santos ángeles como miembro de la congregación de los santos ángeles con las siguientes palabras:
“Me consagro solemnemente a vuestro servicio. Yo prometo, frente al rostro de Dios, a la santa Virgen María y a mis compañeras seros fiel e intentar imitar vuestras virtudes, en particular vuestro fervor, vuestra humildad, vuestra obediencia y vuestra pureza”.
Ya como aspirante había prometido honrar con una devoción especial a los santos ángeles y a María, su augusta Reina:
“Quiero hacer lo mejor para corregir mis defectos, adquirir virtudes y cumplir con todos mis deberes como colegiala y cristiana”.
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