“No entendía por qué teniéndolo todo, yo sentía que no tenía nada, o sea un vacío enorme”. “¿Por qué tengo que pasarme el día entero estudiando, yendo al colegio?. Entré como en un bucle de absurdo y empecé a salir muchísimo de fiesta”.
“Tenía fe, pero para mí la fe era como una especie de carga de la que tienes que tirar, como que tienes que cumplir una serie de normas o dar una talla frente a Dios y frente a los demás para ser cristiana”. “Me fui poniendo metas en mi vida intentando encontrar la felicidad, el amor. Alcanzaba eso y otra vez de repente me quedaba vacía” “Entré en un mundo muy superficial para no sufrir, para no entrar dentro”…
Es fácil identificarse con las chicas que aparecen en este video. ¿Quién no se ha hecho preguntas parecidas en algún momento?
Lo que no lo es tanto son sus respuestas, sus reflexiones, su mirada, su sonrisa, ¡su ropa!
Son jóvenes que han decidido dejarlo todo y han encontrado su lugar en un convento situado en el pueblecito de La Aguilera (España).