Esta iglesia subterránea en el Outback australiano fue construida como un escape del calor
A veces, salir de la iglesia puede ser como pisar el fuego del infierno. Ese es ciertamente el caso de la Iglesia Católica San Pedro y San Pablo en la ciudad de Coober Pedy en el Outback australiano.
En Coober Pedy, un pequeño pueblo minero en el medio del desierto en el sur de Australia, las temperaturas pueden alcanzar los 47 grados celsius (117 Farenheit).
Desde que la ciudad se estableció en 1915, después de que los ópalos se descubrieron por primera vez allí, sus habitantes han buscado alivio del calor en el mismo lugar donde buscan su cantera: bajo tierra. El nombre de la ciudad, de hecho, proviene de las palabras aborígenes locales kupa (hombre blanco) y piti (agujero).
Muchos de los 1,700 residentes de la ciudad viven en casas subterráneas e incluso adoran bajo tierra. La Iglesia Católica San Pedro y San Pablo, construida en 1967, es una de las cinco iglesias subterráneas de la ciudad.
La pequeña iglesia excavada a mano a veces está llena de más turistas que residentes, ya que la ciudad se ha convertido en una especie de meca turística, según Lonely Planet, que describe al visitante típico que viene en busca de una experiencia única:
«Con enjambres de moscas, sin árboles, días de verano a 50 ° C, habitantes de las cuevas y restos de automóviles oxidados, podrías pensar que has llegado a un páramo post-apocalíptico, ¡pero seguro que es interesante!»
Después de una visita a la Iglesia Católica de San Pedro y San Pablo, los visitantes de Coober Pedy también pueden probar suerte en «noodling» o buscar ópalos en una de las áreas públicas de la ciudad.