En misa de Pentecostés, el Pontífice predicó sobre la unidad en la diversidad de la Iglesia
El papa Francisco sostuvo que lo peor que puede suceder en esta crisis mundial, debido a la pandemia de coronavirus, es que las personas desaprovechen esta crisis actuando de manera egoísta, encerrándose y sin esperanza. A las 10 de la mañana de hoy, 31 de mayo de 2020, domingo de Pentecostés, Francisco presidió la Misa en el Altar de la Cátedra, en la Basílica de San Pedro.
“Nos encontramos ante una carestía de esperanza y necesitamos valorar el don de la vida, el don que es cada uno de nosotros. Por esta razón, necesitamos el Espíritu Santo, don de Dios que nos cura del narcisismo (el dios espejo), del victimismo y del pesimismo”.
En el día en que la Iglesia celebra la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, el Pontífice rezó: “Espíritu Santo, memoria de Dios, reaviva en nosotros el recuerdo del don recibido. Líbranos de la parálisis del egoísmo y enciende en nosotros el deseo de servir, de hacer el bien.Porque peor que esta crisis, es solamente el drama de desaprovecharla, encerrándonos en nosotros mismos”.
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