Argentina, la pandemia del coronavirus y los efectos de la educación en los sitios donde no hay internet
En esta novela que la humanidad escribe en conjunto sobre la pandemia del coronavirus un capítulo muy valioso tiene que ver con la educación. Hogares familiares transformados en sedes de escuelas a distancias, en las urbes del mundo pero también los pueblos, conectadas con un docente que envía tareas.
Por Zoom, Google Class, Whatsapp, Moodle, Mail, como sea, en sincronía o no, el vínculo alumno-docente se ha reinventado. Pero casi siempre dando por obvio un supuesto que no es tal: la posibilidad de conectividad.
El campo profundo, el desierto, la montaña, nos recuerdan que la conectividad del globo es aún una deuda pendiente de la ciencia y la tecnología. Pero Jeremías, de La Pampa,Argentina, da cuenta con su testimonio de la capacidad de superar ese desafío.
Alumno de la Escuela Hogar 99 del pueblo de Santa Isabel, Jeremías le envía un video desde un teléfono a su maestra desde la cima de la loma en la que hay señal, en un campo en el que trabaja su padre. Le recita la tarea, pero también le manda saludos. A ella y a sus compañeros.
Sonia, la docente, se encuentra a 170 kilómetros del pueblo donde está el colegio. Fue ella quien dio a conocer el enorme esfuerzo del niño y sus padres por mantener la escolaridad aún en el aislamiento preventivo obligatorio.
«Cuarentena positiva»
La brecha digital es una realidad en todo el continente americano. Pero la creatividad docente y familiar para no suspender la escolaridad y combatir la deserción puede más.
En Centroamérica la ONG jesuita Fe y Alegría puso en marcha “Cuarentena Positiva”, campaña solidaria parte de las acciones de emergencias activadas ante la pandemia del Covid-19 para el acompañamiento pedagógico y la asistencia psicológica para el manejo del estrés y la ansiedad.
Solo el 17.2% de los estudiantes de Fe y Alegría en la región cuentan con servicio de internet. Luego de un completo estudio, adaptaron las guías de estudio y las cargaron a internet y redes sociales para las familias con conectividad, pusieron en línea a los docentes por Whatsapp para que compartan recursos, y dispusieron la comunicación telefónica con aquellos hogares sin internet.
Y para los que no tienen teléfono pero sí medios de comunicación se distribuye por radio y televisión contenidos e informaciones. Y para aquellos sin siquiera estos medios, fotocopias entregadas e incluso altoparlantes.