Un enorme “Ave María” en un lado y un corazón en el otro. Federico, un agricultor de Manerbio (Lombardía), decidió dedicar la tierra de la cooperativa agrícola donde trabaja para la Virgen.
“Lo hice como un acto de devoción”, dice. “Los granjeros estamos vinculados a la tierra y en los últimos meses nunca hemos dejado de trabajar y cuidar a los animales, a pesar del período difícil. Es una señal de confianza en María”.
Utilizó materia orgánica usada para esto, que dispersó con un tractor. Pero nada blasfemo en su enfoque, sino todo lo contrario, ya que enfatiza que es un “super fertilizante” y que, por lo tanto, es una garantía de una “buena cosecha” en el futuro.
“En los últimos años, hemos notado que cuando usamos aguas residuales, la producción es abundante”. Fotografiada por un dron, la imagen luego circuló ampliamente
Hoy celebramos a...