“La cara de los pacientes cambia radicalmente cuando uno les lee una carta. En esa lectura ellos reciben esperanza y compañía. Lo más significativo es que alguien que ellos no conocen les escriben, eso quiere decir que hay una persona que se preocupan del otro sin haberse visto nunca”.
Así comienza la conversación con Laura Debesa, enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Borja Arrianán de Santiago. Esta enfermera inició una campaña en este hospital de la zona céntrica de Santiago. “Como equipo médico nos vimos obligados a restringir las visitas de familiares a los pacientes como medida de control ante el coronavirus. Uno sabe cuanto afecta a un enfermo el estar sin la compañía de alguien querido”, expresó.
Esta situación la compartió con sus hermanas y ellas le contaron que en España existía la campaña “No Te Conozco” que consistía en escribir cartas a las personas hospitalizadas. Laura se comunicó con las organizadoras para pedir autorización y Chile se denomina “Te Escribo Porque…”
Hasta la fecha han llegado más de dos mil mails. “Una carta no reemplaza el contacto personal, pero sí ayuda al paciente a tener esperanza y a sentirse acompañado. La parte anímica es vital en su recuperación, más aún ante esta pandemia que no sabes cómo vas a estar mañana o en algunas horas más”, comenta Laura.
Actualmente Chile tiene más de 34 mil contagios y 314 personas fallecidas a raíz del Covid-19. Esto ha traído cuarentenas a ciudades completas y también un alto impacto en la economía, y como consecuencia desempleo y hambre. En las últimas horas, se ha establecido que desde este 15 de marzo 38 comunas de Santiago ingresen a una cuarentena total ante fuerte aumento de casos.
“Nadie se Salva Solo”
Cáritas Chile lanzó oficialmente la campaña “Nadie se Salva Solo”, sin embargo, cada Diócesis ya había iniciado de forma particular la organización de ayudas para los adultos mayores, migrantes y para las personas en situación de calle. “Nosotros ya estamos organizados en la entrega de alimentación para adultos mayores que viven solos. Pero nos preocupa muchísimo el desempleo, pensando además en el estallido social que hubo desde octubre del 2019, pero sin duda, que esta pandemia va a incrementar el malestar social” enfatizó monseñor Fernado Chomalí, arzobispo de Concepción.
La iglesia católica desde que llegó el primer caso de coronavirus a Chile, el 3 de marzo, puso a disposición de las autoridades sanitarias toda infraestructura que pudiera ayudar a la atención de los enfermos. Casas de ejercicios, colegios, entre otros edificios han comenzado a funcionar como refugio para personas en situación de calle o en la atención de enfermos que necesitan recuperarse.
Otra iniciativa que nació en esta situación es la de la periodista Macarena Ramírez quien puso en su cuenta de Twitter un mensaje brutal: “Que nadie se acueste con hambre. Quien necesita ayude contácteme”. Esto generó una cadena de ayudas; pero paralelamente Alejandra Urzúa, diseñadora gráfica, pensaba de qué manera ayudar y creo una página web dar&recibir y llamó a Macarena para sumar esfuerzos.
En un principio se recibía y pedía de todo, mascarillas, llamados telefónicos de acompañamiento, pero se impuso la comida. Es así como esta página web se convirtió en un punto de encuentro entre personas que necesitan canastas básicas de alimentos. Hasta el momento se han entregado 80 cajas de alimentos y el objetivo es que las personas que se inscriban para donar estas canastas lo hagan por tres meses, como una forma de apadrinar a una familia.
“Yo siempre he sido una privilegiada, y el Estado no tiene capacidad de ir en ayuda de todos porque tenemos recursos limitados. Ser parte de sumar voluntades es una contribución concreta a personas que los están pasando muy mal”, dijo Alejandra Urzúa a Tele 13 Radio.
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