Entrevista al padre Giulio Albanese (Roma 1959), teólogo y misionero comboniano El reciente llamado del Papa Francisco a que las personas empobrecidas durante la pandemia reciban una ayuda económica y los obreros y los trabajadores obtengan un sueldo para vivir con dignidad junto a su familia ha suscitado muchas críticas en algunos partidos políticos, incluso entre algunos que afirman defender valores inspirados en el cristianismo.
Lo mismo ha sucedido con sus declaraciones sobre el deber cristiano de acoger a los inmigrantes, y otras cuestiones relacionadas con la justicia social, así como con su posición sobre el respeto del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, por citar sólo algunos casos.
EN LA GALERÍA, ALGUNOS EJEMPLOS DE RECIENTES ATAQUES CONTRA EL PAPA FRANCISCO
Conversamos con el padre Giulio Albanese (Roma 1959), teólogo y misionero comboniano, autor del libro ¡Poveri noi! (¡Pobres nosotros! editorial Messaggero – Con Francisco a favor de los pobres).
Francisco es un líder, un estadista internacional, que dialoga con el mundo económico y político a favor de los más pobres, opina Giulio Albanese.
Es por esa razón por lo que insiste en la defensa de la casa común y de una ecología integral, temas que le causan antipatías y críticas.
Los enemigos del Papa desconocen la “antropología cristiana” que está a favor de la “humanidad entera y no de un determinado grupo o sector”.
“La antropología católica no dice que solo los católicos son creados a imagen y semejanza de Dios, al contrario, habla de toda la persona humana”.
Francisco impulsa el mensaje cristiano que abraza a la humanidad entera, afirma Albanese, y sostiene una “sana antropología católica-cristiana”.
El sacerdote opina que los llamados católicos ultraconservadores que critican al Papa son católicos del “Antiguo Testamento”, que no han comprendido que la lógica del Evangelio es que no “somos nosotros los que buscamos a Dios, sino que es Dios que nos busca. Es Jesús, buen pastor, que va a la búsqueda de la oveja perdida”.
Para estos “cristianos del Antiguo Testamento”, opina Albanese, “por un lado, está el espíritu cristiano y, por otro lado está la vida, los problemas del mundo”. “Nos encontramos en una sociedad seudo cristiana” vivida con una “bipolaridad” o “esquizofrenia” que pone en “contraste el espíritu y la vida”.
Por un lado “tenemos la religión, el culto, la misa”, y por otro lado “la vida de todos los días”. Albanese sostiene que esto recuerda la denuncia de Jesús contra los fariseos.
Los enemigos de Francisco le piden que se ocupe de temas doctrinales, pastorales, que no hable de una economía que mata o del cambio climático y que abandone la defensa de los pobres del mundo, a la que gratuitamente tildan de comunista, así como el apoyo a los movimientos populares y los pueblos originarios.
Albanese explica que la teología de los pobres aplicada por el Papa no es una oda a la miseria para perpetuarla. “Papa Francisco sabe que la cuestión de los pobres debe ser afrontada en clave teológica”, pues afirma, existe un sesgo, porque “el tema se ha enfrentado en clave ético-moral-pastoral y no en clave teológica”.
Durante su pontificado, Francisco ha tenido la valentía de presentar a los pobres como “la carne de Cristo”, así pone el argumento en clave teológica. “¿Quieres encontrar a Cristo? Encuéntralo en los pobres, esto dice san Francisco, esto lo dice el Evangelio y la tradición de la Iglesia católica”.
La pobreza no es perpetuar la miseria o “considerarla mística” es, al contrario, trabajar por un “verdadero progreso” que llegue a todas las personas. El Papa propone “compartir” porque no puedo ser feliz “solo”, así como propone la primera bienaventuranza (bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos); ningún hombre es una isla. “Partir el pan, ser parte del bien común”, argumenta el misionero comboniano.
“La desregulación de la economía ha permitido que hoy haya una riqueza inmensa en pocas manos”. De hecho, los 2.153 multimillonarios que hay en el mundo poseen más riqueza que 4.600 millones de personas (un 60% de la población mundial), según revela Oxfam en un informe publicado el 20 de enero de 2020.
Albenese lee los datos Oxfam como la demostración de que la pobreza la causa la falta de ‘compartir’, no la miseria misma. Los críticos del Papa deberían “hacerse un examen de conciencia” y considera que “estas personas, parece que no conocen el magisterio de este Papa”.
“Francisco no es un Papa que quiere perpetuar la ideología del pauperismo: ¡No! Papa Francisco relaciona el tema de la pobreza con el tema de la justicia. Tenemos una visión mercantil de la experiencia humana y esta visión papa Francisco la condena”.