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Emmanuel, el recién nacido abandonado en la basura y salvado por Madre Teresa

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Il Sismografo - Aleteia Brasil - publicado el 02/05/20
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Hoy es seminarista y cuenta su extraordinaria historia

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El seminarista francés Emmanuel Leclercq es autor, entre varios otros libros, de “Méditer avec Mère Teresa” (“Meditar con la Madre Teresa). Doctor en filosofía moral, estuvo en Roma para la canonización de Madre Teresa de Calcuta y dio una entrevista a la radio francesa RTL, en la que contó su singular historia. Emmanuel contó que nació el 9 de septiembre de 1982 en la “favela” (barrio pobre de periferia) Amravaki, de Bombay y, diez días después, fue abandonado por su madre en un bote de basura frente a un orfanato de la congregación de las Misioneras de la Caridad.

La Providencia quiso que, ese mismo día, la misma Madre Teresa fuera a visitar el lugar y se encontrará con el bebé, que inmediatamente llevó a la que Emmanuel considera su primera casa de verdad.

“Le debo todo a la Madre Terresa. Le debo mi nacimiento, le debo, por completo, mi vida”, dijo el seminarista. Si no fuera por ella, añadió, “yo no estaría aquí en la Plaza San Pedro para agradecer al Señor y rezar”.

Después de algún tiempo al cuidado de las misioneras, Emmanuel tuvo la gracia de ser adoptado. Sus nuevos padres eran una pareja francesa y sus nuevos cuatro hermanos eran un indio, un haitiano y dos franceses. “Una comunidad de amor”, resume.

Emmanuel volvió a la India, hace algún tiempo, para visitar la casa que lo acogió después de ser abandonado. Trabajó con las Misioneras de la Caridad y conoció a una religiosa, ya anciana, que había sido testigo de su “nacimiento” en esa casa. Por medio de ella, recuerda Emmanuel, él conoció mejor su propia historia.
Hoy doctor y seminarista de la diócesis de Aviñón, Emmanuel Leclercq hizo de la fe el motivo central de su vida.

“En la palabra ‘abandonner” está la palabra ‘donner’, observa, en referencia a los términos franceses para “abandonar’ y ‘donar’. Y continúa, mostrando comprensión y misericordia por su madre biológica, que se vio obligada por la miseria a abandonarlo frente al orfanato de las misioneras:

“Mi madre me abandonó para darme la vida, y me dio la vida de una forma extraordinaria, porque fue la Madre Teresa quien me volvió digno de esa vida”, concluyó Emmanuel, mostrando también su admiración y reverencia por otro santo que vivió en la misma época que san Teresa de Calcuta y que fue un gran amigo de ella: san Juan Pablo II.

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