En la Misa matutina celebrada – y transmitida en vivo – en la Capilla de la Casa Santa Marta el día en el que la Iglesia conmemora a san José Obrero, el papa Francisco pidió por todos los trabajadores del mundo:
“Hoy, que es la fiesta de San José Obrero, también el Día del Trabajador, rezamos por todos los trabajadores. Por todos. Para que a nadie le falte el trabajo. Y que todos sean justamente remunerados y puedan gozar de la dignidad del trabajo y la belleza del descanso”.
Colaborar con Dios
En su homilía, el Papa comentó el pasaje del Libro del Génesis (1,26-2,3) en el que se describe la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios.
“Dios, en el séptimo día, llevó a cumplimiento el trabajo que había hecho y cesó en el séptimo día de todo el trabajo que había emprendido”.
Dios –afirma el Pontífice– entrega su actividad, su trabajo, al hombre, para que colabore con Él.
El trabajo humano es la vocación recibida de Dios y hace al hombre semejante a Dios porque con el trabajo el hombre es capaz de crear. Así lo explicó el Papa:
Dignidad
“Por ello el trabajo da dignidad. Pero esta dignidad muchas veces es pisoteada, así como lo han pisoteado en la historia. Incluso hoy hay muchos esclavos, esclavos del trabajo para sobrevivir: trabajo forzado, mal pagado, con la dignidad pisoteada. Se le quita la dignidad a la gente.
Por ello, cualquier injusticia cometida contra el trabajador es un atropello a la dignidad humana”.
En la historia hemos leído la brutalidad que hicieron con los esclavos: los trajeron de África a América – pienso en esa historia que toca a mi tierra – y decimos “qué barbaridad”…
Pero aún hoy hay tantos esclavos, tantos hombres y mujeres que no son libres para trabajar: se ven obligados a trabajar, a sobrevivir, nada más. Son esclavos: trabajo forzado… son trabajos forzados, injustos, mal pagados y que llevan al hombre a vivir con la dignidad pisoteada. Hay muchos, muchos en el mundo. Muchos.
Justicia en el trabajo
Hoy nos unimos a muchos creyentes y no creyentes que celebran este día del trabajador para aquellos que luchan por la justicia en el trabajo.
El Papa pidió por los buenos empresarios que no quieren despedir a la gente, que cuidan a los trabajadores como si fueran sus hijos:
Y le pedimos a San José – con este hermoso icono con las herramientas en la mano – que nos ayude a luchar por la dignidad del trabajo. Para que haya trabajo para todos y que sea un trabajo digno. No el trabajo de esclavos. Que esta sea nuestra oración hoy.