Latinoamérica profundiza la crisis vinculada a la pandemia, con aumentos considerables de casos en países como Brasil, México y Ecuador, aspecto que llena de alarma y preocupación Este jueves 23 de abril fue un día avasallador en la lucha de América Latina contra la pandemia del coronavirus. Primero, con datos provenientes desde Ecuador que daban cuenta de la duplicación de casos oficiales de coronavirus (22.160) tras la obtención de pruebas que estaban retrasadas. Horas antes, las autoridades hablaban de unos 11.000 casos, pero más de 500 fallecidos.
En segundo lugar, Brasil, que en 24 horas obtuvo un nuevo récord de personas fallecidas: 407, aspecto que llevaba la cifra a más de 3300 muertes y casi 50.000 personas contagiadas con coronavirus, siendo San Pablo el sitio más afectado por la pandemia.
Además, en las últimas horas algunas imágenes provenientes de ese país sudamericano han generado escalofríos, en especial lo que tiene que ver con la apertura de fosas comunes en el estado del Amazonas. En el cementerio Nossa Senhora de Aparecida los cajones eran colocados uno junto al otro.
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En tercer lugar, México, país que ha reportada en las últimas horas más de 11 infectados y con una cifra de muertos que ha superado el millar. En este país otro dato muy duro: las autoridades estimaron que alrededor de 8.000 mexicanos morirán durante la pandemia.
Pero también la crisis se ha profundizado en países como Perú, Colombia o Chile. En uno ya con inconvenientes a nivel hospitalario, tal cual reportó recientemente Aleteia. En otro con algunas complejidades también vinculadas a las personas que no tienen para comer. En el otro con debates sobre la “nueva normalidad” y hasta con críticas con respecto al retorno de actividad económica y escolar.
Las interrogantes con respecto al avance de la enfermedad en América Latina persisten. ¿Qué pasa en países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia u otros países centroamericanos? En estos sitios –acostumbrados a ser noticia constante en el continente debido a sus crisis sociales, políticas y económicas- si bien hasta el momento se han reportado números bajos con relación a otros países de la región, las dudas persisten y hasta muchos la consideran la “tormenta perfecta” cuando haya mayor expansión.
De fondo, la crisis de las personas que tienen que salir de sus casas sí o sí para sobrevivir, la situación del desempleo y la informalidad, así como todo el entramado de quienes han estado emigrando y ahora –como sucede en Venezuela- hasta regresando en medio de más dificultades.
En tanto, en otros países como Argentina, Uruguay o Paraguay, si bien los casos siguen en aumento, de momento la situación parece estar más controlada y con medidas que siguen variando entre la cuarentena obligatoria, la extensión de la misma y hasta una mayor flexibilización debido a una “meseta en la curva”.
¡Actuar y rezar con más fuerza!
No obstante, con este panorama, hoy más que nunca se impone con mayor fuerza seguir actuando, pero también rezar con más intensidad. Pues América Latina sigue profundizando la crisis sanitaria y eso sin mencionar los otros coletazos que se derivan de esta pandemia, los sociales y económicos que ya comienzan a dejar golpes coloridos en un continente que empezó a atravesar un nuevo viacrucis.
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En las manos de la Virgen (América Latina y sus advocaciones más famosas):
