separateurCreated with Sketch.

Sacerdote youtuber contagiado: “Dios ahora me pide humildad”

PATXI BRONCHALO
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Javier González García - publicado el 07/04/20
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Patxi Bronchalo vive la pandemia del coronavirus en el lugar más afectado de España

Mientras Patxi editaba sus vídeos de YouTube hace unos meses, ni se imaginaba la falta que le iba a hacer esta red social. Es sacerdote en Valdemoro, un pueblo al sur de Madrid que iba a ser el lugar más castigado por el coronavirus de toda España. Él fue de los primeros en vivir lo que se iba a extender por toda España.

“Cuando empezó el brote, estuve en el hospital visitando enfermos y dando la unción”. Algunas personas a las que acompañó Patxi Bronchalo ya han fallecido: “Había una sala con muchísimos enfermos, me recordaba a los hospitales saturados que se ven en el tercer mundo. Viendo la preocupación de los sanitarios y la cantidad de gente que había, me di cuenta de lo que era esto”.

A pesar del peligro de contagio, Patxi no abandonó a sus vecinos, y acompañó a los enfermos hasta que él también fue uno de ellos. Ha estado dos semanas contagiado por el coronavirus. “Lo estoy viviendo solo físicamente, pero muy acompañado con mensajes de amigos y de gente de la parroquia”.

Pasa el día con un horario establecido: Se levanta algo tarde para poder descansar -la fatiga del virus es insoportable-, estudia, lee, hace llamadas a familiares y personas necesitadas… Y por supuesto reza en el sagrario que tiene en casa. Y además de todo esto, se las ha apañado para que no se rompa la ‘conexión’ con Dios, que él representa para los fieles.

PATXI BRONCHALO

Gentileza

El proyecto que se convierte en luz

Patxi dedica la tarde -a pesar del COVID 19- a preparar la misa. Trabaja en la homilía y prepara todo para que la gente pueda seguir asistiendo a la Eucaristía. O al menos parcialmente. Este sacerdote de la diócesis de Getafe tiene miles de seguidores gracias a sus vídeos en YouTube, y ahora ese trabajo digital, hace que la gente pueda seguir la misa. Aunque sea desde su casa.

Su cámara, su micrófono, un ordenador… y está listo para seguir proporcionando este servicio a tanta gente que lo necesita. Su labor no se detiene y su mayor preocupación es “no contagiar a nadie”.

Han sido momentos de mucho sufrimiento y dolor para él y todos los que le rodean. Su pueblo, sus fieles, sus amigos, han tenido que vivir de cerca los estragos del coronavirus. Él mismo en sus propias carnes. Pero no deja que la desesperanza, el miedo o el sufrimiento venza. 

En vídeos como este lo explica.

La Vida siempre vence

“Seguimos a un Dios crucificado. Miremos una cruz, ahí es donde está Dios, en medio del sufrimiento. Una fe adulta nos lleva a preguntarnos qué nos quiere decir Dios a cada uno de nosotros personalmente con estos momentos. ¿Qué me quiere decir a mí Dios en medio de este sufrimiento, o de esta cuarentena…? Dios está crucificado con este sufrimiento y carga con él. No me cabe duda de que a mí me pide humildad, que no sea yo el Dios de mi vida, que pueda decir verdaderamente hágase tu voluntad”.

 

“Creo que es importante no vivir este momento como si no tuviéramos fe. Puede que nos demos cuenta de que nuestra fe es más débil de lo que parece, y por eso, vamos a cuidarla y a pedirle a Dios que la aumente. No vivamos en medio del miedo de estos momentos, como si Dios no comprendiese o no hubiese resucitado”.

“A los que están solos les diría que no dejen de rezar y que nunca estamos solos. Les diría que con la desesperación no hay que dialogar, y que lo mejor que podemos hacer ante una situación de sufrimiento es reconocerlo y entregárselo a Dios. Decirle hágase tu voluntad y pase lo que pase… Él está con nosotros. Encomendar a Él nuestras vidas y las de los que están enfermos. Ese sufrimiento se convertirá también en vida para nosotros”.

 

 

Gracias, Patxi, por tu hermoso testimonio

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.