Mila Sneddon es escocesa, tiene 4 años y está enferma, tiene cáncer. El coronavirus es una amenaza para ella por eso, vive estos días aislada del resto de su familia. Aún así el COVID-19 no puede impedir que Mila envíe cada día a su padre una tierna mirada de amor.
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La imagen de esta niña besando a su padre detrás de una ventana se ha movido mucho más allá de las fronteras de Escocia. Mila Sneddon, de 4 años, está siendo tratada por leucemia diagnosticada hace cuatro meses. Sus padres decidieron aislarla para protegerla debido a su gran vulnerabilidad. Su padre Scott y su hermana Jodie, de 16 años, que todavía están en contacto regular con el mundo exterior, abandonaron temporalmente el hogar familiar para evitar cualquier riesgo de contaminación innecesaria, explica Llynda Sneddon, la madre, de 36 años. en una publicación de Facebook.
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Una decisión difícil de tomar pero que les pareció el menor daño. Por lo tanto, Llynda se quedó sola con Mila y pudo inmortalizar varias veces la reunión del padre y su hija separados por una ventana. Ella eligió transmitir estas imágenes para mostrar cuánto, incluso si a veces es difícil, es importante respetar una cierta distancia física durante este período de la epidemia. Y ella testifica que no es una simple ventana que detendrá la ternura. Muchas situaciones conmovedoras se comparten de esta manera. Un sacerdote de Honfleur se había parado frente a la ventana de su padre, residente en un Ehpad, con una pancarta en la que había escrito “Papa je t’aime”. El encierro impulsa la creatividad.