En una entrevista al diario italiano La Repubblica.it, el Pontífice confiesa lo que tenía en su corazón cuando fue a rezar a Santa María Maggiore y a la iglesia de San Marcello al Corso
“Le pedí al Señor que detuviera la epidemia: Señor, detenla con tu mano. Recé por esto”, dijo el papa Francisco en una entrevista al diario italiano La Repubblica.it, que confiesa lo que tenía en su corazón cuando hace dos días fue a rezar a Santa María Maggiore y a la iglesia de San Marcello al Corso.
Apenas ayer, el Pontífice realizó una sentida Adoración Eucarística después de la misa de Santa Marta que llevaba celebrando desde hace dos semanas para acompañar al Pueblo de Dios, enestos tiempos difíciles en que la pandemia ha infectado a más de 190.000 pacientes en 162 países.
En este contexto, el Papa, invitó: «No desperdicies estos días difíciles. En casa redescubre los pequeños gestos: abrazos y caricias para los hijos y la familia…Nuestros comportamientos siempre influyen en la vida de los demás”.
«Debemos redescubrir lo concreto de las pequeñas cosas, de los pequeños cuidados que hay que tener hacia nuestros allegados, la familia, los amigos. Comprender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro. Hay gestos mínimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasión que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica… Son gestos familiares de atención a los detalles de cada día que hacen que la vida tenga sentido y que haya comunión y comunicación entre nosotros”.