El rey de España, Felipe VI, ha renunciado a la herencia de su padre, el también rey Juan Carlos I, al tiempo que le retira la asignación que le correspondía en los presupuestos oficiales de la Corona (194.232 euros, unos 210.000 dólares, anuales).
La decisión la hizo pública Felipe VI el domingo por la noche, y amplió esta renuncia a su hija la princesa Leonor, sucesora suya al trono de España. De este modo Felipe VI rompe de forma drástica y radical con los modos que tenía la monarquía de su padre, Juan Carlos, que ahora son investigados por las fiscalías de Suiza y de España.
Al rey Juan Carlos se le investiga por dos fundaciones cuyos fondos se han conseguido de modo, al parecer, muy opaco. Se trata de las fundaciones Zagakta y Lucum.
Zagakta estaba constituida por un primo lejano del rey, Álvaro de Orleans y Borbón, de 73 años. Esta fundación sirvió para pagar viajes millonarios al rey Juan Carlos, según informa el diario londinense, The Thelegraph. Estos viajes tuvieron lugar a finales de su reinado – antes de abdicar a favor de su hijo Felipe VI, en el año 2014—destacando cacerías y safaris por diversos lugares del mundo, especialmente África.
La otra fundación, Lucum, se había constituido con un fondo de 100 millones de dólares donados por el rey de Arabia Saudí, producto, según el diario inglés citado, de comisiones por la construcción del AVE (ferrocarril de alta velocidad) que lleva a La Meca.
El rey Felipe VI, en cuanto supo de la existencia de esta fundación y de la que era beneficiario a la muerte del rey Juan Carlos, renunció a esta herencia ante notario hace un año, en marzo de 2019. Felipe VI desconocía que era heredero. Dos meses después (el 2 de junio), el rey Juan Carlos, que era emérito, anunció que abandonaba toda su vida pública. Juan Carlos pasó a la vida privada y sus actividades pasadas no podían afectar ni al Estado español, ni a la Corona, institución básica del Estado.
Se destapó, también en prensa española, que el ex rey había hecho una aportación millonaria a su amiga Corinna Larsen, con la que había tenido una relación. Esta donación, al parecer, era el traspaso de 65 millones de euros desde la cuenta suiza de Juan Carlos a la cuenta que Corinna que tenía en las Bahamas, un paraíso fiscal.
Sobre el rey Juan Carlos pesan ahora las acusaciones, tanto de la fiscalía suiza como de la española, de corrupción en transacciones internacionales y blanqueo de capitales. Por ello, Juan Carlos ha requerido los servicios de un defensor que hasta hace poco había sido fiscal anticorrupción español, Javier Sánchez-Junco, que llevó la acusación del caso del banco Banesto, en la época de Mario Conde.
El rey Felipe VI, en un largo comunicado el domingo por la noche en el que renunció a toda herencia de su padre, recuerda que había prometido públicamente, al acceder al trono, “observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones”.
Así que el rey Felipe VI ha trazado, con línea gruesa, una separación entre lo que ha sido la conducta de su padre como rey y la actual de la Casa Real, formada solamente por los dos reyes, Felipe y Letizia, y sus dos hijas, Leonor, princesa de Asturias, y la infanta Sofía. Hay un antes y un después en la monarquía española, la única forma de que la monarquía dure y sea útil al pueblo español.
Al rey Juan Carlos se le recuerda más al principio de su reinado, como el motor de la transición política de la dictadura franquista a la democracia.
A nadie le ha pasado desapercibido que la reina Sofía, la madre del rey Felipe, ha quedado al margen de toda sospecha, en esos tejemanejes reales, sin participación ni en los asuntos económicos ni en los asuntos extramatrimoniales. Los reyes Juan Carlos y Sofía vivieron de hecho separados en los últimos años del reinado de Juan Carlos, aunque la Reina siempre estuvo a su lado en los casos de enfermedad y de necesidad, así como en el protocolo oficial.
¿Cómo son las relaciones padre-hijo en estos momentos? Si bien no existe ningún contacto oficial y público entre los dos reyes –en realidad el rey Juan Carlos ya renunció a toda su actividad y vida públicas hace un año– esto no indica que entre los dos exista una relación como un hijo con su padre, a pesar de los errores del padre. Con la reina emérita Sofía, las relaciones son excelentes.
En las monarquías, en las familias, existe una relación especial entre sus miembros, en la que se entrelazan las razones de Estado, la defensa de la Corona, y la intimidad familiar.
Hoy celebramos a...