No te pierdas este vídeo: La pequeñita está “sorprendentemente estable”
Cuando el equipo de rescatistas del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México recibió la misión de ir a la alcaldía de Iztacalco para rescatar a una recién nacida atorada entre dos muros, todavía con vida, Eloísa Herrera supo que su condición de bombero y de madre podría ser doble ayuda para la criatura.
El equipo de rescatistas llegó a esta demarcación, al oriente de la capital del país, y encontró a una pequeñita que llevaba varias horas de haber nacido y que había sido arrojada a un escondrijo, entre dos muros de ladrillo, para dejarla morir. Eloísa hizo caso a su instinto materno, le dio el pecho a la bebé y le devolvió la vida.