En la ciudad de Campagnano di Roma a 30 km de Roma en la cima del Monte Razzano se encuentra el antiguo santuario de la Madonna del Sorbo. Muy visitada por peregrinos de todo el mundo ya que se encuentra en parte de la ruta de la antigua Via Francigena.
El santuario surge según una antigua leyenda por la aparición de la Virgen a un joven pastor de la ciudad vecina de Formello.
Un día el pastor que era mutilado de una mano subió a la colina como de costumbre, para hacer pastar a sus cerdos. Una de sus cerdas se alejó misteriosamente de la manada, desapareció silenciosamente por un tiempo para luego regresar espontáneamente más tarde. Este comportamiento lo repitió varias veces en los días siguientes. Al pastor le llamó mucho la atención la conducta de la cerda y un día decidió seguirla.
Así descubrió que el animal llegaba cerca de un gran serbal y se arrodillaba en su base en actitud de oración. El pastor alzó la mirada a las ramas del árbol y observó que un icono de la Virgen estaba escondido entre las ramas.
Fue entonces que la Virgen habló al pastor y le dijo que fuera a la aldea para contar lo que había visto y pedir que se construyera un santuario en ese mismo sitio. En cambio Nuestra Señora prometió un milagro que convencería a los aldeanos de cumplir con el pedido.
Así cuando el joven pastor fue a llevar el comunicado de la Virgen a los aldeanos, ellos no le creyeron, entonces automáticamente, deslizó su brazo en su bolsillo y cuando lo sacó milagrosamente tenía de nuevo la mano. Los aldeanos admirados creyeron y no tardaron en construir el santuario donde la imagen se conserva en el interior hasta el día de hoy.
Según la historia, sin embargo, las cosas fueron un poco diferentes: aquí en el siglo X había un castillo, que contenía dentro de sus paredes una capilla dedicada a la Virgen. En 1427, el cardenal Giordano Orsini, perteneciente a la noble familia que en ese momento poseían estas tierras, concedió parte de ella a la Orden Carmelitana para que construyeran un convento y una iglesia en el lugar donde se encontraba la antigua capilla, dedicada a la Virgen. .
Esta es hoy la iglesia que da la bienvenida a los fieles y peregrinos que transitan por la Via Francigena, y en cuyo altar se encuentra el icono de la Virgen y el Niño del Serbal, el que, según la leyenda, se le había aparecido al joven criador de cerdos. Los edificios que actualmente se levantan a su alrededor es lo que queda del antiguo convento.
Hoy celebramos a...