Han empezado las fiestas del Carnaval en el mundo, la semana antes de la Cuaresma. Son unas fiestas de calendario variable, de calendario lunar, como lo es la Cuaresma cristiana.
Vienen días de desfiles, carrozas, bailes, cantos y disfraces. Las calles se llenan de color. Los padres visten a los niños con mucho colorido. El Carnaval se celebra en la calle, entre el bullicio, la fiesta, la alegría.
Las fiestas del Carnaval se celebran en todo el mundo, de modo particular en Europa, América Latina y África. Fueron famosos los carnavales de Venecia, pero hoy los más famosos son los de Brasil, y otros países americanos que mezclan las tradiciones que llevaron los conquistadores portugueses y españoles, con las tradiciones africanas, de los negros que se habían asentado en América.
No en todos los lugares las fiestas del Carnaval son iguales. Ni tampoco empiezan el mismo día. En Francia empiezan el “mardi-gras” (martes graso), en Italia “il giovedi-grasso” (jueves graso), y en España el “jueves lardero“, en que se comen carnes y, sobre todo, embutidos grasos, específicos para estos días.
El Carnaval hay quien lo celebra comiendo y bebiendo en exceso, así como burlándose de la religión. Sin embargo, el Carnaval, como todas las fiestas populares, aporta cosas muy positivas.
¿Qué aspectos positivos aporta el Carnaval?
¿Qué podemos aprender en las fiestas de Carnaval? ¿Cómo vivir en familia las fiestas de Carnaval? ¿Qué le cuento a mis hijos sobre los disfraces y la fiesta?
En esta galería exponemos 6 aspectos positivos que puede aportarnos el Carnaval. Consulta esta galería o la página 2.
Sin duda, uno de los aspectos más vistosos es la creatividad en las rúas, las carrozas, los disfraces, las coreografías. Ahí hay un arte, el arte del disfraz y engalanamiento de las calles. Las fiestas se viven, como hemos dicho, en plena calle. Por todas partes se oyen canciones y vestidos de colores, carrozas engalanadas, bailes de calle y alboroto.
Convivencia
Son fiestas en las que participan todos y todos se mezclan en la calle. Los disfraces significan desde antiguo que uno es y no es el mismo, y con el disfraz no se distinguen los orígenes sociales de las personas: todos somos iguales. Por tanto, se cultiva la amistad, no solo en estas fiestas, sino ya en los preparativos.
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