Como madre de cuatro hijos, de entre 12 y 21 años, tuve el placer de criar a tres adolescentes, con otro no muy lejos. Esto ha provocado una gran variedad de emociones, desde enfados y frustración hasta asombro y alegría. ¡Y eso por mi parte y por la de ellos!
Aunque sea un privilegio guiar a estos jóvenes a la edad adulta, estaría mintiendo si dijera que no había momentos en que quisiera arrancarme el pelo.
Para ayudar a mis hijos a lidiar con la ansiedad, el estrés, los problemas de autoestima y los cambios de humor inevitables, mientras trataba de mantenerme cuerda, tuve que desarrollar nuevas habilidades y un nivel de paciencia que nunca supe que tendría.
Estamos llegando allí, cojeando lentamente a lo largo de esos años adultos y el emocionante camino que nos espera. Ahora puedo dar un paso atrás y comenzar a ver a mis hijos convertirse en los hombres y mujeres que deben ser.
Si estás pasando por la misma experiencia y necesitas algunos consejos de supervivencia, haz clic en la galería para ver algunos mecanismos y tácticas de afrontamiento que te ayudarán a llegar al otro lado de la crianza de los adolescentes.
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