El fotoperiodismo es una disciplina a caballo entre el periodismo y el arte. Imágenes que a veces podemos considerar obras artísticas pero que en su interior llevan un mensaje a la sociedad. A menudo, los fotoperiodistas se convierte con su lente, en los ojos del mundo. De un mundo no siempre bonito. No siempre feliz. Eso fue lo que hizo Mev Puleo cuando tras una visita al Brasil se dio cuenta de que su labor era denunciar las desigualdades sociales.
Mary Evelyn Puleo había nacido en una familia católica en 1963 en los Estados Unidos. Mev tenía una vida feliz y tranquila que cambió para siempre cuando tenía catorce años y realizó un viaje con sus padres a Brasil. En una de las excursiones, subieron el cerro de Corcovado, donde se erige imponente el Cristo Redentor. Allí arriba, Mev descubrió la dualidad del mundo, a un lado, las hermosas playas y las lujosas casas de las clases pudientes; al otro, favelas atestadas de suciedad, pobreza y miseria.
Aquello impactó profundamente a Mev: “Aquel día, imágenes de opulencia y miseria sacudieron mi mundo, una crisis de conciencia se apoderó en mí”. Mev se dio cuenta de que algo fallaba en su existencia y se preguntó: “¿Qué significa ser cristiano – un seguidor de Jesús – en un mundo de contradicciones y conflictos? Qué significaba seguir a Jesús cuando veía mundos de pobreza desde un autobús turístico cómodamente aclimatado?”
Mev Puleo regresó a casa sabiendo que su vida debía servir para convertirse en nexo de unión entre aquellos dos mundos que había descubierto tan unidos y alejados al mismo tiempo. Años después, se graduó en teología en la Universidad Católica de San Luis, en la que conoció al que se convertiría en su esposo. Además de su interés por la teología, Mev siempre había sido una apasionada de la fotografía, afición que terminó siendo su razón de vivir.
Los siguientes años de su vida, Mev viajó por distintos países de Latinoamérica con su cámara para plasmar el lado más duro de la vida. Mev quería que “la lente de mi cámara sea el ojo de mi alma”. Parte de su obra se convirtió en el que sería su único libro publicado. The struggle is one es una recopilación de entrevistas a personas humildes así como a teólogos y hombres de Iglesia acompañadas de fotografías realizadas por ella misma; un reflejo de lo que Mev se encontró en los distintos viajes que realizó a países como El Salvador, México, Brasil o Haití.