Ocurrió en España, en la localidad toledana de Sonseca. Era de madrugada cuando un vehículo se empotraba contra la Iglesia de San Juan Evangelista y arrasaba con todo lo que se encontraba a su paso hasta llegar al altar.
Allí, según explica el alcalde de Sonseca Sergio Mora a medios locales el conductor salió del coche y se quedó junto al altar esperando la llegada del párroco y los agentes de la Guardia Civil. A ambos, el conductor les explicó que estaba poseído.
La Iglesia del siglo XVI ha sufrido numerosos desperfectos, sobre todo la puerta principal y la contrapuerta del edificio que sufrieron el fuerte impacto del vehículo.