Hace un par de años, Esmeralda Solís Gonzáles desfilaba por la pasarela de un concurso de belleza local. Después de ganar la competencia, la reina de belleza mexicana tomó un camino muy diferente en su vida. Abandonó su corona, y su trabajo como nutricionista para ponerse el hábito de las Misioneras Clarisas del Santo Sacramento.
La joven de 22 años, criada como católica, se reunió por primera vez con las clarisas cuando tenía 14 años y las hermanas le dejaron una gran impresión.
Aunque ganó el título de belleza con el que sueñan la mayoría de las chicas, no era el deseo de su corazón. Ella creía que los tiempos de Dios le permitieron experimentar la vida más normal de una mujer joven antes de recurrir a su vocación religiosa.
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Su historia es inspiradora para las mujeres jóvenes de todo el mundo, y puede descubrir más sobre la novicia en la entrevista que hizo con la Agencia Católica de Noticias, informada en el National Catholic Register.
Sin embargo, hemos seleccionado algunas de nuestras perlas de sabiduría favoritas de la postulante, que con suerte te guiarán en tu vida espiritual, incluso si no tienes una vocación religiosa.
“Realmente no saber lo que es la vida religiosa hasta que estás en ella. Hasta ahora he sido capaz de ver desde otra perspectiva lo que es el mundo y lo que te ofrece”“En el proceso de discernimiento de mi vocación también hubo miedo y dudas, pero el amor que Nuestro Señor estaba mostrando cada día me hizo superar cualquier sentimiento de desaliento” “Aunque hubiera podido desarrollarme en cualquier otro, siento que si el Señor me necesita, entonces puedo dar fruto de una manera distinta” “Si vas y te tomas de la mano de Dios, siempre serás capaz de dar el siguiente paso” “En la vida religiosa cada nuevo día es un nuevo comienzo y una nueva oportunidad de extender el Reino de Dios. Esto implica hacer muchos sacrificios pero siempre son recompensados con felicidad” “Si Dios te está llamando, Él se ocupará de todo. Lo único que tienes que hacer es recibirle con mucha paz, alegría y confianza. Creo que el miedo es una gran excusa que es responsable de truncar la verdadera felicidad que solo Dios puede ofrecer”. “La realidad y la supuesta felicidad que el mundo vende es muy atractiva [pero] es necesario fijar tus ojos en lo que perdura”
Hoy celebramos a...