La periodista y legisladora electa de la provincia de Santa Fe, Amalia Granata, conocida por su abierto rechazo a la legalización del aborto, recibió en los últimos días una dura acusación pública en medios de comunicación por supuesto abuso sexual infantil cometido contra la hija de una expareja suya, incriminada en esos aberrantes delitos.
Una activista incluso llegó a pedir que no tome posesión de su banca provincial, a la que accedió con cerca de 300,000 votos. La falsa acusación tardó poco en caer, pero su desmentida no tuvo el mismo eco mediático que la falsa denuncia.
La denuncia contra Granata, que durante el debate parlamentario del aborto había sido expulsada del programa de televisión del que participaba por su abierta postura a favor de la vida, había sido anunciada por la activista Raquel Holway, quien en su momento había asesorado a la familia de la actriz Andrea del Boca por supuestos abusos sufridos por su hija Anna Chiara, según aseguran, perpetrados por el padre.
Según dijo Holway, acompañaba al hombre durante aberrantes episodios su entonces novia, siempre según Holway, Granata.
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Granata desmintió inmediatamente las denuncias realizadas en medios de comunicación, se presentó ante un fiscal para denunciar por injurias y calumnias a la activista que hizo los comentarios públicos en los que además se puso en duda su idoneidad para asumir la banca parlamentaria ganada este año.
Y al poco tiempo la verdad comenzó a salir a la luz, al punto que ayer la actriz Del Boca, que se encuentra, así como la joven Anna Chiara, en las antípodas del pensamiento de Granata, confirmó que la periodista no llegó a conocer a su hija, pese al vínculo afectivo que la unió en el pasado con el acusado, por lo que sería imposible que haya podido ser cómplice de los delitos que se le imputan al padre.
Tras las acusaciones, Granata escribió en su cuenta de Twitter: “A mí lo único que me mueve es la causa en la que confiaron casi 300 mil santafesinos. Y en la cual creen millones de argentinos. Lo único que van a lograr con esto es que quienes estemos a favor de la vida nos unamos más y seamos cada vez más fuertes. #ConLaVidaNo”.
También se defendió en el programa de radio del que es co-conductora los sábados por Radio Mitre.
En redes sociales, cuentas como @ElPrestoOK rápidamente salieron a mostrar las falencias de la denuncia pública, y la aparente pretensión de la activista por impedir, por motivos ideológicos relacionados con su rechazo al aborto, la asunción de Granata. Pero muy pocos medios de comunicación masivos se hicieron eco de la evidencia pronto aparecida para desmentir las acusaciones que manchan el nombre de la periodista.
Con una simple búsqueda en buscadores sobre noticias relacionadas se encuentra con mayor facilidad información sobre la falsa denuncia que sobre su desmentida, casi ignorada en portales digitales. El daño,independientemente de la confirmación de la falsedad de la acusación, no ha sido aún reparado. Cuando una mentira se cuela en la parrilla de los medios, nacen esos bulos que en redes sociales son difíciles de frenar.
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