Las protestas y la violencia no cesan: en las últimas horas hubo un muerto y decenas de heridos. En medio de esto la figura de un hombre, devoto de la Virgen, que le pone cara a Evo Morales y que ha usado un lugar especial para las proclamas
La Cuaresma está llegando a su fin. No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
“Yo personalmente le voy a llevar esta carta al presidente Evo Morales mañana. No estoy yendo con las armas. Voy con la Biblia en la mano derecha y la carta de renuncia en mi mano izquierda”
Estas palabras retumbaron con fuerza en medio de una plaza abarrotada por miles de personas a los pies del Cristo Redentor de Santa Cruz, imagen que ha ganado protagonismo en los últimos días en Bolivia desde que las manifestaciones en medio de un paro cívico indefinido contra un nuevo mandato del presidente Evo Morales –con denuncias de fraude desde las elecciones del pasado 20 de octubre– se han intensificado.
Es que ése ha sido el lugar elegido como punto de encuentro y concentración durante varios días por quien esbozó esto: Luis Fernando Camacho. Ahora bien, ¿quién es este hombre y por qué su figura emerge como desafiante de Morales?
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.