Este lunes miles de colombianos oraron y manifestaron su rechazo por la violencia en el departamento del Cauca, que ha dejado en la última semana 13 personas asesinadas, 7 de ellas indígenas. La Iglesia católica acogió la iniciativa ‘Tres minutos por la vida’ propuesta por el arzobispo de Popayán, monseñor José Rueda Aparicio, quien también convocó una peregrinación al municipio de Tacueyó, ubicado en la región donde ha ocurrido el mayor número de muertes.
“Rechazamos todo aquello que atenta contra la vida y celebramos a Cristo Jesús que murió y resucitó para darnos vida y vida abundante”, dijo el representante de la Iglesia católica en el Cauca al hacer su propuesta y pidió a los colombianos ser conscientes de que es urgente recuperar el sentido de la vida.
Fue así como a las 12 del día los católicos expresaron su solidaridad durante tres minutos, mediante la oración por la paz de San Francisco de Asís, el rezo del Ángelus, el repique de campanas y un aplauso como signo y celebración de la vida.
“Dejemos la indiferencia, pidamos por las almas de las víctimas, por el dolor de sus familiares y porque reine la paz”, fue el clamor del padre William Eduardo Castro, párroco de Nuestra Señora de Torcoroma en Bogotá, durante la oración comunitaria, que se extendió a todas las regiones del país.
Así se vivió este momento en una iglesia de Bogotá
El Nuncio Apostólico, Luis Mariano Montemayor, exhortó a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a que se unieran a esta demostración de apoyo y el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Álvarez Botero, invitó “a pedir al Señor con toda devoción, convencidos de que Él nos escucha, para que se acabe en el Cauca y en todo el país la muerte, el odio, la división y toda clase de violencia”. “Que el Señor nos conceda el don de la paz; la fuerza y la valentía para construirla”, agregó.
En el contexto de la Asamblea Diocesana, la Iglesia particular de Cúcuta, acogió la invitación hecha por el @episcopadocol de hacer a las 12 m. 3 minutos de silencio por la paz. Oramos por la vida y el fin de la violencia. #NoMásViolenciapic.twitter.com/SjxDJcuIyR
— Diócesis de Cúcuta (@diocesiscucuta) November 4, 2019
Fue un emotivo gesto de solidaridad con la comunidad del Cauca (suroccidente del país) y las familias que han perdido a sus miembros en los asesinatos y masacres recrudecidas en los últimos meses. Este es uno de los departamentos colombianos que más ha sufrido por la violencia, en él tienen sus operaciones grupos al margen de la ley que manejan cultivos ilícitos, laboratorios de procesamiento y rutas por las que sacan las drogas para ser distribuidas.
De acuerdo con un informe del diario El Espectador, en lo corrido de este año, como consecuencia de las acciones que desarrollan las autoridades indígenas para proteger los territorios sobre los cuales tienen autonomía, han sido asesinados 38 comuneros, de los cuales 9 eran guardias indígenas, 3 líderes sociales y 2 gobernadores en ejercicio.
Peregrinación a Tacueyó
Además del signo de solidaridad del mediodía del lunes, el obispo invitó a la comunidad del norte del Cauca a concentrarse a las 2 de la tarde en el templo parroquial del resguardo de Tacueyó, municipio de Toribío. A esta peregrinación se unió el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, quien partió con un nutrido grupo de feligreses desde su zona pastoral, distante casi 100 kilómetros.
#NoticiaW | Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, y Luís José Rueda Aparicio de Popayán se desplazaron hasta el corregimiento de Tacueyó, municipio de Toribío, Cauca. pic.twitter.com/lnSX5mYl8C
— W Radio Colombia (@WRadioColombia) November 4, 2019
Los sacerdotes llegaron hasta la vereda La Luz, donde grupos armados asesinaron a cinco indígenas la semana pasada, entre ellos la gobernadora neehwe’sx Cristina Bautista. Allí oraron por las almas de quienes han fallecido en medio de esta ola de violencia.
Nuestro Arzobispo Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, se encuentra en Corinto, yendo al encuentro de Mons. Luis José Rueda, Arzobispo de Popayán, para realizar la minga por la paz y por la vida en Tacueyó, Cauca. @arzobispodecalipic.twitter.com/h2uftP1pJl
— Arquidiócesis Cali (@Arqui_Cali) November 4, 2019
De la marcha, bautizada por como la Minga de duelo, participaron también miembros de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, entre otras. Estuvo acompañada de música de tambores y canciones que clamaban por la paz y el fin de los asesinatos.
“Estamos viendo que hay una disputa, un deseo de salir de las esclavitudes de los cultivos ilícitos, de salir de esa economía de muerte que es el narcotráfico, y que hay intereses que quieren impedir que el pueblo indígena salga de esta esclavitud, eso está costando vidas”, aseguró monseñor Luis José Rueda a los medios de comunicación presentes en Tacueyó.
Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca asegura que estas muertes “conducen al genocidio de nuestros pueblos pues están colocando como objetivo militar a nuestras autoridades, nuestra guardia indígena, nuestros símbolos, nuestra autonomía y nuestra territorialidad”. Al mismo tiempo reclama al gobierno acciones urgentes y decisivas para frenar los asesinatos de su gente.
Ante estos hechos, el presidente de Colombia, Iván Duque, se trasladó a Popayán (capital del Cauca) donde adelantó una reunión de trabajo con las autoridades y reafirmó su compromiso con las comunidades indígenas: “Pueden tener la certeza de que nosotros somos respetuosos de sus creencias y de su ancestralidad, pero que estamos, también, para protegerlos de todas estas amenazas, y no dejaremos de hacerlo en ningún momento”.
“Quiero de nuevo reiterar, no solamente mi solidaridad, sino también mis plegarias, por las familias de las personas que han sido brutalmente asesinadas por el narcotráfico en este departamento”, agregó el mandatario colombiano en tierras caucanas.
Así concluyó esta jornada en la que la Iglesia y la sociedad civil elevaron a Dios signos y oraciones por la paz, haciendo eco de las palabras de monseñor José Rueda Aparicio: “La vida está herida, la vida herida nos necesita a todos como misioneros”.
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