El fenómeno del amor es algo maravilloso. Dios pensó en alguien con quien podrás crecer. Una persona que te ayudará a ser tu mejor versión e impulsarte a desarrollar tus talentos.
Reconocer a esa persona requiere pasar por el noviazgo, un tiempo para conocerse, tratarse y descubrirse mutuamente. Un tiempo para ir construyendo un vínculo que nos permitirá saber si es posible compartir nuestra vida y construir un proyecto común de acuerdo a ese propósito de felicidad que Dios quiere para ti.
En esta galería descubrirás algunos aspectos que te ayudarán averiguar si es el hombre indicado:
1Que te conozca como realmente eres
Alguien que te mire profundamente. Que busque tu corazón y quiera conocer tu persona. Que te quiera, no por lo que tienes o por lo que haces, sino por quien eres. Con el paso del tiempo la identidad de la persona es la única que permanece.
Cuando un hombre te mira tal y como eres, puede ayudarte a conocerte mejor y desarrollarte sacando a la luz lo mejor de ti.
Un hombre que te ve de este modo no quiere una parte de ti, te quiere completamente, con tus virtudes y tus defectos y busca involucrarse al 100% para toda la vida contigo.
No es suficiente tener buenos deseos. Es primordial concretar el amor con acciones que te reafirmen y te muestren su valor. Son buenos indicios cuando te da las gracias por las buenas obras, o cuando ves gestos que demuestren su generosidad o cuando se alegra de logros alcanzados por ti y por otros.
Si recibes un trato donde prime el respeto, al igual que la ternura en los pequeños detalles, puedes alegrarte porque esos gestos indican que reconoce ciertas cualidades por las que mereces ser tratada con esa delicadeza con quien necesita ser cuidado y protegido.
2Que ante todo quiera tu felicidad
La felicidad propia no depende totalmente del otro, pero el hecho de que la quiera para ti significa que tiene un compromiso real por buscarla poniéndote en un lugar prioritario. El amor no es egoísta. Quiere el bien del otro incluso cuando eso signifique avanzar lentamente, hacer renuncias y pasar por sacrificios.
Un hombre que quiere tu felicidad estará dispuesto sobre todo a ser tu amigo. La amistad busca el bien del otro, permite disfrutar del tiempo compartido, hacer actividades que nos enriquecen y fomentar el diálogo.
Genera buenos recuerdos y fortalece la confianza y el conocimiento mutuo que son esenciales para una relación de amor saludable.