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Tras el Sínodo, constituir organismo eclesial permanente para proteger la Amazonía

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 22/10/19
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#Sínodo Amazónico. La Iglesia seguirá apoyando la ecología integral y la dignidad humana que palpita dentro el corazón verde del planeta “Un cuerpo eclesial permanente que reúna a los pueblos amazónicos”. Es el proyecto para el “post-Sínodo” anunciado. Así respondía a las preguntas de los periodistas Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, O.F.M., arzobispo de Trujillo, Presidente Conferencia Episcopal (Perú), Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (C.E.L.AM.).

Durante la sesión informativa de hoy, 22 de octubre de 2019, sobre el Sínodo para el Amazonas en la Sala de Prensa del Vaticano, Mons. Cabrejos ilustró la necesidad de “crear un cuerpo específico que tenga que ocuparse de poner en práctica las decisiones tomadas por el Sínodo”.

San Francisco de Asís puso el ejemplo 

Mons. Cabrejos Vidarte, ilustró la situación de la Amazonia en tres palabras claves: la naturaleza, el ser humano y el papel de la Iglesia. Así indicó que lo que ocurre en la Amazonía impacta en todo el mundo como aprueba la ciencia. El discurso de la riqueza de la naturaleza y de la biodiversidad, dijo, encuentran conexión en la Edad Media y la figura de San Francisco de Asís, quien impulsó la atención hacia el cuidado de la naturaleza en su época. 

Entonces, recordó que no es fruto del ‘azar’, la atención de la Iglesia por la creación, incluso poetizada en el ‘Cántico de la Criaturas’ que inspiró al papa Francisco para la escritura de la encíclica Laudato Si’, igualmente fue la razón para la consagración del Sínodo Amazónico al santo ‘pobrecito’ en los Jardines Vaticanos. 

Podemos decir, sin escándalo: ’Madre Tierra’ 

Monseñor Cabrejos Vidarte lamentó que existan personas que hoy se escandalizan cuando se dice: ‘Madre Tierra’, cuando fue una expresión de gratitud utilizada por San Francisco de Asís para indicar lo mucho que debe el hombre a la naturaleza creada por Dios. 

Por otro lado, señaló que el Sínodo se propuso con ‘audacia’ temas ‘existenciales y profundos’ desde el inicio; esto para remarcar la dignidad de la persona y de la necesidad del bien común, algo que no es original sino continuativo. Para ello, citó la encíclica Pacem in Terris de san Juan XXIII que reitera la dignidad humana presente en la encíclica Laudato Si’.

Teología de la paz 

En este sentido, la ‘teología de la paz’ declara la primacía del bien común universal, pero en consonancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 que coloca la dignidad de la persona humana como principio supremo de convivencia asumido por el derecho internacional. 

Red Eclesial Amazónica

En este contexto, señaló, es que el Sínodo y el pre-sinodo lanza la iniciativa de una Red Eclesial Amazónica que trascienda las fronteras nacionales que implica a nueve países y que pone de relieve la primacía de la fraternidad y la solidaridad universal sobre cualquier tipo de interés. 

El también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (C.E.L.AM.), pidió que la Amazonia no se vea como algo circunscrito a intereses particulares, o solo de los pueblos amazónicos, problema de los indigenas.

Al contrario, la Amazonía atañe a la dignidad humana. Se trata de un llamado a la fraternidad y la solidaridad universal. De ahí, la preocupación por la dignidad humana, en su varias dimensiones: educación, preservación de las culturas y de las lenguas indígenas, la ecología integral y la relación intercultural. 

Explicó que los indígenas piden a la Iglesia que sea aliada de sus derechos y sueños por una Amazonia al servicio del bien común universal, planetario. Destacó, además que este ha sido un proceso de dos años facilitado por la REPAM – Red Pan-Amazónica – que hace de éste evento algo especial y único.

Víctimas de los diques en Brasil

Por su parte, Judite da Rocha, Coordinadora Nacional del Movimiento de las víctimas de los diques (Brasil), denunció las amenazas de las centrales hidroeléctricas en la región Amazónica. Ella aseguró que desde su punto de vista estas no son fuentes de energía limpias y renovables, debido a la destrucción que las centrales hidroeléctricas provocan a los ríos, la naturaleza en general y a la vida de los pueblos indígenas. 

La representante del movimiento de víctimas de los diques en Brasil también habló de un ‘paquete’ que se vende, primero con la industria extractiva y luego la imposición de una búsqueda de fuentes de energía, que entonces presenta como alternativa engañosa la ‘planta hidroeléctrica’ que, lamenta, produce daños al ecosistema que es fuente de vida y de ingresos para la población, comenzando por los pescadores, sin contar a las personas que han tenido que mudarse o quedarse sin casa, sin indemnización, y que sufren daños psicológicos. 

Ella destacó que este tipo de economía se olvida de la población y de los pequeños, especialmente de las mujeres recolectoras de plantas para tisanas que son cabeza de hogar y, recordó el drama de las violencias de género, incluida aquella sexual contra mujeres de la población amazónica. 

Los pobres y el Cambio Climático 

Mons. Karel Martinus Choennie, obispo de Paramaribo (Surinam), subrayó que el Calentamiento Global es un problema no solo de los pueblos de la Amazonía, sino de toda la humanidad y, en especial lamentó los efectos del Cambio Climático sobre los más pobres. 

Así, insistió en el respeto de los acuerdos internacionales sobre el Cambio Climático, pues consideró que el territorio selvático de su país inevitablemente sufre el riesgo de desaparecer debido a las catástrofes naturales y a los problemas derivados de un estilo de vida no sostenible.

El punto de inflexión está en el límite de daños al 40% del ecosistema de la Amazonía, algo catastrófico e impredecible a nivel de sus consecuencias contra la vida misma y el Planeta. 

Denunció una economía injusta que destruye todo y que no contribuye a mejorar la educación y los niveles generales de la población. Los gobiernos piensan solo en función de la elecciones y los propios intereses en detrimento de la sociedad. Este Sínodo – dijo – tendrá consecuencias a nivel internacional, pero, advirtió, tenemos poco tiempo. La encíclica del 2015 no cambió las cosas como se esperaba. En este sentido, crítico el estancamiento político a nivel internacional. 

Pasos finales del Sínodo

Padre Giacomo Costa, S.I., Secretario de la Comisión de Información del Sínodo, informó sobre los trabajos finales. El trabajo de los círculos menores termina esta noche con la presentación de las formas colectivas, las enmiendas al proyecto del documento final ilustradas el lunes por la mañana en el aula por el relator general, el cardenal brasileño Cláudio Hummes. 

A partir del miércoles 23, el mismo relator general y los secretarios especiales, con la ayuda de los expertos, insertarán en el texto los cambios, destinados luego a la revisión y a la aprobación de la Comisión correspondiente para la redacción del documento final. 

Este ultimo texto será leído a la asamblea durante la decimoquinta congregación general, programada para la tarde del viernes 25. Al día siguiente, nuevamente en la tarde, se programa la última congregación, durante la cual el texto del documento será votado por los padres sinodales, quienes luego el domingo por la mañana celebrarán la misa final presidida por el Papa Francisco en la basílica del Vaticano.

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