¿Existen regulaciones oficiales que guíen el proceso?Después de que se cuentan todas las papeletas y se elige un cardenal para ser el próximo papa, se le hace la pregunta: “¿Con qué nombre serás llamado?”.
Es una gran pregunta, pero con la que no todos los Papas han tenido que luchar. De hecho, durante la mayor parte de la historia, nunca se les preguntaba eso.
Hasta el siglo VI, los nuevos Papas simplemente mantenían su nombre bautismal como su nombre “papal”. Luego comenzó una tradición “informal” de elegir un nuevo nombre.
Sin embargo, esto fue inconsistente durante muchos siglos y no se convirtió en una tradición más sólida hasta el papa Pablo IV en 1555.
Sin embargo, aún no existen reglas técnicas que guíen el proceso para la toma de decisión del nuevo Papa. Los recién elegidos obispos de Roma son libres de elegir cualquier nombre y también pueden mantener su nombre de bautismo si lo desean.
Sobre todo, es un nombre que eligen y no es algo que les sea dado por otra persona.
En el siglo pasado, varios Papas eligieron su nombre para honrar a uno de sus predecesores.
El papa Juan Pablo I eligió su doble nombre para honrar tanto a Pablo VI como a Juan XXIII. Entonces Juan Pablo II eligió su nombre para honrar a Juan Pablo I.
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El papa Benedicto XVI eligió su nombre para honrar tanto al papa Benedicto XV como a san Benito de Nursia. El significado más simbólico del nombre representaba el tono de su papado, como lo relató en una audiencia general.
“Lleno de sentimientos de asombro y acción de gracias, deseo hablar de por qué elegí el nombre de Benedicto. En primer lugar, recuerdo al papa Benedicto XV, ese valiente profeta de la paz, que guió a la Iglesia a través de tiempos turbulentos de guerra. Siguiendo sus pasos pongo mi ministerio al servicio de la reconciliación y la armonía entre los pueblos.
Además, recuerdo a san Benito de Nursia, co-patrón de Europa, cuya vida evoca las raíces cristianas de Europa. Le pido que nos ayude a todos a mantenernos firmes en la centralidad de Cristo en nuestra vida cristiana: ¡Que Cristo siempre tome el primer lugar en nuestros pensamientos y acciones!”.
El papa Francisco rompió las tradiciones recientes para elegir un nombre completamente nuevo que nunca antes había sido usado por un Papa. Fue la primera vez que sucedió esto desde el siglo X. Dijo que el nombre le llegó mientras un cardenal lo abrazaba inmediatamente después de su elección.
[El cardenal me abrazó y dijo]: “No olviden a los pobres” … y eso me sorprendió … a los pobres … Inmediatamente pensé en san Francisco de Asís. Francisco era un hombre de paz, un hombre de pobreza, un hombre que amaba y protegía la creación”.
Fue entonces cuando eligió el nombre de Francisco, explicó, y agregó:
“Cómo me gustaría a una Iglesia pobre y para los pobres”.
Un nombre que solo se ha usado una vez y que posteriormente se ha evitado es el nombre “Pedro”.
Esto se debe principalmente a la deferencia por san Pedro, el primer Papa, aunque también hay algunas “leyendas” de que Pedro II será el último Papa antes del fin del mundo.
Al elegir un nombre, se cree que el Espíritu Santo ayuda al Papa a decidir, ya que el nombre tiene un papel en establecer el tono para todo el papado.