Un partido y la muerte de cuatro personas, cuando el fútbol se convierte en batalla e interpela
Su madre, doña Reina, se lo llegó a decir. “No vayas a ir porque está muy feo ese clásico”, esbozó con seria preocupación una y otra vez. El amor de madre lo puede todo. Pero Belis Antonio Vaquedano, de 26 años, igual fue.
El joven Belis se transformó en una de las cuatro víctimas mortales que ha dejado una jornada de furia durante el enfrentamiento entre equipos rivales del fútbol de la ciudad de Tegucigalpa, Honduras. Por estas horas el país y Centroamérica lloran lo acontecido y el tema se ha transformado en motivo de indignación y reflexión.
Todo comenzó antes del partido clásico entre Motagua y Olimpia –el pasado sábado 17 de agosto- en el Estadio Nacional. La violencia estalló luego de que “simpatizantes” de uno de los equipos lanzaron fuera del estadio piedras contra el autobús del Motagua, hecho que generó heridas en los jugadores y rotura de vidrios.