Brigitte Bardot es una mujer que aún hoy, a pesar de haberse retirado del mundo de la interpretación, sigue acaparando titulares por sus controvertidas posiciones políticas. Defensora a ultranza del animalismo, ha protagonizado también fuertes declaraciones sobre la inmigración y el islam que le han costado hasta cinco multas por incitar al odio racial.
No obstante, quizás menos conocida pero igualmente sorprendente, es su declarada devoción a la Virgen María, que ha manifestado públicamente en varias ocasiones. Pero Brigitte Bardot, criada en una familia muy católica, no esconde su amor por Ella.
La gran diva francesa e icono sexual de los años 60, Brigitte Bardot, después de pasado haber pasado una vida tumultuosa, ha elegido refugiarse en soledad con sus perros y gatos y con su, afirma ella, mejor amiga la Virgen María. “Ella y yo somos íntimas, le hablo como a una amiga. Me protege desde hace tiempo. Con la muerte de su Hijo, ha sufrido el dolor más inmenso, por esto se implica en la pena de quien la invoca”.
La actriz, para su “mejor Amiga”, hizo construir una capilla en su finca de Costa Azul. Una capilla dedicada a la Notre Dame de la Garrigue. En el interior de la capilla en el centro ha colocado la imagen de la Virgen de la Garrigue que un peluquero amigo le regaló. Detrás de la imagen, la actriz ha colocado fotos de todos sus fallecidos queridos, incluso sus mascotas fallecidas, para que la Virgen los proteja.
En las paredes de la capillita ha colgado cuadros de varias advocaciones marianas, por supuesto también la cruz y a san Francisco de Asís, tan devota del santo por el gran amor que este tenía por los animales.
Después de una vida mundana y de excesos, a los casi 40 años de edad, en una cena con amigos, donde aparentemente se la veía serena, se apartó e intentó el suicidio ingiriendo una alta dosis de barbitúricos. Apenas se despertó en la clínica después de este hecho tan terrible, lo primero que hizo fue pedir un rosario a la religiosa que la asistía, como si fuera un ancla para su salvación.
En su último libro “Larmes de combact” (Lágrimas de combate) dice: “Dios y la Virgen me protegen y ella representa para mí un faro espiritual indispensable” … “Necesito de Dios y de la Virgen. Anhelo la espiritualidad en un mundo que me causa miedo y me pongo bajo Su protección.”
En su capilla, entre los pinos de su Villa en Saint Tropez, la diva se retira siempre que puede y “pide a María que aquellos valores humanos tan olvidados en esta época se reavivan en las conciencia de los hombres cada vez más deshumanizados, violando la naturaleza, ignorando a los más débiles y persiguiendo animales, usados con crueldad para obtener ganancias ilícitas”.
Se sabe que ellas es una gran defensora de los animales, y pide también a Nuestra Madre, para concientizar la relación del ser humano con estos pequeños seres de la creación.
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