Varios grupos anunciaron reuniones de oración para conmemorar y pedir por la defensa de la vida en el país a un año de la votación parlamentaria que rechazó el aborto.
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El 8 de agosto de 2018 el Senado argentino acogía un debate parlamentario que nadie se atrevía a firmar cómo terminaría. El proyecto para la legalización del aborto que se prestaba a discutir había sido aprobado en la Cámara de Diputados semanas atrás y los senadores habían adoptado la misma metodología de escucha de voces testimoniales y de expertos para preparar su voto.
Cientos de ciudadanos pasaron por el recinto las semanas anteriores preludiando el largo debate de más de 16 horas. La diferencia final de la votación no reflejó la incertidumbre que se vivió durante la jornada: 38 votos en contra del proyecto, 31 a favor, 2 abstenciones, 1 ausente.
El proyecto de ley proponía que en Argentina se pase de considerar al aborto un delito a consagrarlo un derecho, e incluso de penalizar al médico que hiciese un aborto a penalizar al profesional que en ciertas circunstancias no lo hiciese. Se hablaba de límite de aborto libre en la semana 14, pero los mismos promotores referían a ese plazo, a voz viva, como un primer paso. Pasado ese término, sin límites en caso de violación, o riesgo para la salud, entendida desde un concepto amplio, para la madre.
Así defendió la vida Argentina (imágenes, hacer click en galería):
La presión internacional para que se aprobase el proyecto llegaba hasta de organizaciones como Amnistía Internacional, que pautaba esos días una solicitada asegurando “El mundo está observando” tras afirmar, falsa y descontextualizadamente, que las complicaciones por abortos inseguros son la principal causa de muerte materna en la Argentina.
En las calles, artistas apoyaban el sector “verde” de la plaza. Como si tratase de ilustrar la metáfora de una Argentina dividida, la Plaza del Congreso fue dividida, literalmente, en dos. A un lado, quienes hacían vigilia pidiendo el rechazo al proyecto y la defensa de las dos vidas. Al otro, la legalización del aborto.
Adentro del recinto, desde todas las plataformas, hubo votos a favor y en contra. En las principales fuerzas hubo votos que en campaña se habían anunciado de una manera, y que durante el debate se habían expresado de otro. En casos como estos, pesó más la opinión de algún hijo que la de los expertos que fueron convocados a expresar su parecer o los testimonios de, por ejemplo, las mujeres de las villas que explicaban cómo el aborto no era un reclamo de los más pobres.
Los ciudadanos del interior hicieron saber con vehemencia a sus senadores, representantes de las provincias, que no querían este proyecto. Las marchas, cartas, pedidos de reuniones, campañas, fueron muy fuertes en el interior del país. También lo fueron en Buenos Aires, pero el mundo urbano, en el que los medios de comunicación principales parecían haber tomado una clara postura a favor de la legalización, parecían por un lado silenciar las marchas, y por otro subestimarlas, tratando de ignorante o medievales a los ciudadanos que se manifestaban en contra de la legalización en la calle o las redes.
Muy pocos medios y periodistas se atrevieron por entonces a expresar su rechazo al aborto. Entre ellos, la periodista Amalia Granata y el periodista Mariano Obarrio. Ambos, como hemos reportado en distintas notas, sufrieron consecuencias laborales por ello.
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Un mes antes, decenas de miles se habían reunido en la Basílica de Luján a pedir “Vale toda vida”. Y con el mismo lema en parroquias de todo el país se habían expresado los católicos en la Misa de Domingo de Ramos. Esa misma noche de la votación, en la catedral de Buenos Aires, hubo una Misa por la Vida. Se rezó mucho.
Pero no acabo allí. A diferencia de lo ocurrido dentro del recinto con varias promesas de proyectos de ley, para muchos de los que esperaban que no salga esta ley no se trató de una victoria parlamentaria, sino de un inmediato llamado a la acción. Esa oración y ese trabajo fueron transformándose en algo que trascendió el parlamento.
Es el caso de quienes pusieron en marcha los Hogares del Abrazo Maternal, iniciativas solidarias en las que confluyeron distintas experiencias de la Iglesia para acompañar a las mujeres en situación de vulnerabilidad durante su embarazo, o que hayan tenido experiencias traumáticas tales como un aborto. En Buenos Aires, en Lomas de Zamora, en Córdoba, en Morón, además de otras ciudades donde esta u otras iniciativas similares fueron surgiendo, lo ocurrido hace un año sirvió para renovar el compromiso real de servir y trabajar para que verdaderamente en la Argentina, con o sin aborto legal, valga toda vida.
Encuentros
Varios grupos anunciaron reuniones de oración para conmemorar y pedir por la defensa de la vida en el país a un año de la votación parlamentaria que rechazó el aborto. Marcha de los escarpines, por caso, se citará a las 16.30 en el Congreso para rezar en agradecimiento a Nuestra Señora de Luján por su intercesión.
También habrá actos y manifestaciones en distintas partes del país, en algunos de los cuales se anunció se instará a los candidatos para los cargos ejecutivos y legislativos que compiten este año en las Primarias de este domingo y en las Elecciones a que sigan respetando la vida del niño por nacer. En ese contexto, a las 18, también frente al Congreso, tendrá lugar la celebración central del denominado “Día de Acción por las 2 Vidas”.
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