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Nunca hubo un mes de julio tan caluroso, coinciden los especialistas. Pero lo acontecido en Groenlandia, famosa isla ubicada en la zona nororiental de América del Norte –entre el Océano Atlántico y el Océano Glaciar Ártico-, ha disparado todas las alarmas.
Es que se ha constatado que el derretimiento de Groenlandia crece a pasos agigantados y se estima que más de la mitad de su territorio está siendo afectado por esto llegando a perder 11 millones de toneladas de hielo por día, según constata la propia Organización Meteorológica Mundial.
derretimiento glacial debajo del puente hacia Kangerlussuaq, #Groenlandia donde la temperatura es de 22°C y las autoridades danesas dicen que se derritieron 12 mil millones de toneladas de hielo en 24 horas.
— IngGeofisico🌪 (@ChaacTlaloc) August 2, 2019
Via @Laurie_Garrett@chematierrapic.twitter.com/iNXhyRZpoN
Se teme que las consecuencias de lo que está sucediendo en Groenlandia, con la ola de calor que ha llegado al Ártico tras su paso por Europa, tenga impacto global, donde se estima incidencia en las aguas del Atlántico, provocando lluvias torrenciales mucho más fuertes, además de colaborar con el aumento de los niveles del mar.
Es en este contexto, que ahora tiene a Groenlandia como protagonista, que surge una vez más un clamor con sabor a “Laudato Sí”, la encíclica del papa sobre la casa común que exhorta a tomar consciencia sobre lo que está pasando en el plantea con respecto al cambio climático y tomar acciones urgentes.
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