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Puerto Rico tiene un nuevo gobernador, pero no todos lo reconocen

PEDRO PERLUISI
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Jaime Septién - publicado el 05/08/19
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La isla, en medio de una tormenta política, enfrenta problemas económicos, sociales y políticos muy graves

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La renuncia, que fue efectiva el pasado viernes 2 de agosto, del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, ha traído como consecuencia que el nuevo encargado de enderezar los asuntos de la isla sea Pedro Pierluisi.

Como es bien sabido, Roselló se vio orillado a renunciar tras haberse descubierto un chat en el que participaba con otros miembros de gobierno, en el cual hizo comentarios denigrantes contra mujeres, homosexuales y miembros de la clase política portorriqueña.

La reacción popular fue una ola creciente que no se ha terminado de derramar sobre las playas borinqueñas. Protestas como las del famoso cantante Ricky Martín echaron abajo la gubernatura de Roselló, pero la isla enfrenta problemas económicos, sociales y políticos muy graves.

¿Quién es Pierluisi?

Aunque ya ha sido confirmado tanto por la Asamblea Legislativa como por la Cámara de Representantes y haya jurado frente a un juez de apelaciones, a Pierluisi le queda pendiente la votación del Senado para ejercer como gobernador de la isla caribeña.

Pedro Pierluisi (60), quien proviene de una familia dedicada a la política, tiene como profesión la abogacía. Trabajó desde 2009 a 2017 como representante de Puerto Rico en el Congreso de Estados Unidos. Fue comisionado residente sin derecho a voto.

En 2016 estuvo en la boleta de candidato a la gubernatura de Puerto Rico, pero perdió, justamente, con Ricardo Roselló. Pierluisi había trabajado antes, con el padre de Roselló (quien también fue gobernador de la isla) como ministro de Justicia.

¿Podrá cambiar el destino de Puerto Rico?

Sumido en la bancarrota, Puerto Rico, un Estado libre asociado con Estados Unidos, tiene que enfrentar no solo los desastres financieros sino, también, los desastres naturales que dejó, en septiembre de 2017, el paso del huracán María.

A Pierluisi se le considera como un político experimentado y que puede hacer frente a la necesidad de reconstruir la confianza entre los portorriqueños, muchos de ellos han tenido que abandonar la isla para establecerse en Estados Unidos.

Y en este sentido, sus conexiones con Washington pueden ser un revulsivo para la isla. “También es crucial restaurar la confianza de las autoridades federales y el Congreso, donde me he ganado respeto”, afirmó Pierluisi el pasado 31 de julio mediante un comunicado de prensa.

El asunto sigue abierto

La llegada del exdelegado de la isla en Washington al sillón ejecutivo abrió la puerta a un debate jurídico sobre si le correspondía asumir a él o si debió hacerlo la secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez Garced, segunda en la línea de sucesión constitucional.

Muchos consideran en Puerto Rico que la llegada de Pierluisi es una jugada de Roselló y que no debería haber asumido el cargo de gobernador, entre ellos hay algunos miembros del Senado quienes impugnarán el cargo mañana lunes.

También lo hará, quien fuera una de las principales dianas de los dardos envenenados de Roselló: Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de la capital San Juan, quien anunció en su cuenta de Twitter: “El lunes a las 8:00 am el Municipio estará radicando recurso impugnando la juramentación de Pierluisi”.

Una vez más, como en tantos otros lugares de América Latina y el Caribe, la moneda está en el aire.

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