¡Unas ideas estupendas para ofrecerles experiencias inolvidables mientras todavía podéis!
Mi esposa y yo tenemos dos hijos. El mayor tiene once años y el menor uno y medio. Ambos lo hacemos lo mejor que podemos para desempeñar papeles activos en su educación y, obviamente, eso incluye el descanso y el recreo. Siempre hemos intentado idear actividades que pudiéramos hacer juntos como familia, cosas que dejaran una huella positiva en sus vidas y que recordaran para siempre.
Con nuestro hijo mayor, por ejemplo, hemos hecho un poco de todo: viajes, aventuras, actividades culturales y más. Estamos preparándonos para cumplir uno de sus sueños: ir a un partido de fútbol a un estadio para ver jugar a un equipo famoso. Va a ser una experiencia increíble, ¡de eso estoy seguro! Con el más pequeño estamos siguiendo el mismo camino, hasta donde permite su edad.
Mientras tanto, empiezo a darme cuenta de que, con lo rápido que pasa el tiempo, no va a ser posible hacer con ellos todas las cosas que nos gustaría hacer. Las obligaciones y el trabajo también pueden interponerse en el camino de buscar pasar tiempo de calidad con nuestros hijos (aunque no debiera ser así).
Sin embargo, hay ciertas cosas sencillas que podemos hacer juntos y que no requieren mucho tiempo. Son actividades que harán muy felices a vuestros hijos y que fortalecerán el vínculo entre padres e hijos.
No soy muy creativo, así que me he inspirado en el libro en portugués 101 coisas para fazer com as crianças antes que elas cresçam [101 cosas que hacer con tus hijos antes de que sean mayores], de Roberta Faria.
Aquí tenéis algunas sugerencias que me han resultado especialmente útiles:
1. PLANTAD un jardín de flores, un huerto de verduras, ¡o un bosque!
Además de ser una actividad muy divertida, ayuda a despertar en los niños la conciencia sobre la necesidad de preservar el medio ambiente.
2. HACED juntos un puzzle grande y difícil
Pero dedicad todo el tiempo que haga falta a terminarlo. Un consejo: intentad establecer una hora al día para trabajar en el puzle juntos. De esta manera, mantendréis vuestro compromiso para pasar tiempo de calidad con la familia y, además, será más fácil y divertido.
3. GRABAD videos de entrevistas entre vosotros, como si fuera un programa de televisión
Podéis preguntaros cosas sobre el día a día de la familia, inventar un programa de juegos sobre los padres o los niños o simplemente grabar preguntas y respuestas del tipo: “¿Por qué quieres a tu papá?”. Lo divertido es conservar estos vídeos para volverlos a ver en el futuro, será una forma magnífica de recordar los primeros años de vuestros hijos.
4. JUGAD bajo la lluvia
Empaparse bajo la lluvia limpia el cuerpo y el alma. Además, hará que los mayores os sintáis como niños de nuevo y os aportará un nivel de cercanía con vuestros hijos como pocas actividades pueden hacerlo.
5. CREAD arte a gran escala
¿Y si reserváis una pared de la casa para que cada miembro de la familia pueda crear una obra de arte única ahí? Será una actividad creativa que dará un toque muy personalizado a vuestra casa. Ah, y no está permitido volver a pintar la pared después (si no es para crear nuevas obras de arte luego).
6 LLEVAD a los niños a vuestra ciudad o pueblo natal, donde os criasteis
Enseñadles las escuelas a las que asististeis y la iglesia donde fuisteis bautizados. Va a ser un paseo por la calle de los recuerdos para vosotros y, para ellos, un ejercicio de imaginación. Les entusiasmarán las historias que les contéis sobre cada lugar que visitéis de vuestra infancia.
7. CREAD una tradición familiar
Por ejemplo, podéis designar el martes para las noches de hamburguesa y juegos de mesa. Si olvidáis este compromiso alguna vez, vuestros hijos os lo recordarán.
8. APRENDED a tocar un instrumento y componed juntos una canción
Puede convertirse en la canción de la familia y ser un signo de amor y cooperación entre los miembros de la familia.
9. SORPRENDEOS unos a otros
Sería un detallazo si, el día del cumpleaños de cada familiar, todo el mundo (menos la persona que cumpla años, claro está) organizara una sorpresa para la persona homenajeada. Por ejemplo, podríais montar una fiesta (algo sencillo y familiar o un gran fiestorro), preparar un mensaje grabado del resto de la familia, un delicioso desayuno en la cama o una búsqueda del tesoro para encontrar su regalo de cumpleaños escondido en la casa.
10. INVENTAD vuestra propia manera de decir “te quiero” con un superlativo único
Podría ser algo como “Te quiero tanto como ancho es el mundo” o “Te quiero de aquí al infinito y vuelta” o “Te quiero tanto como la distancia entre la tierra y el paraíso dos veces”.
11. COCINAD juntos
Puede ser mucho trabajo y puede ser muy desastroso, pero sin duda será una experiencia culinaria familiar inolvidable. Probad recetas y sabores nuevos y repartíos las tareas: decidid quién cocina, quién pone la mesa y quién recogerá o lavará los platos.
… Y uno más
Por último, os doy un consejo que no aparece en el libro pero que es fundamental: rezad juntos. Y escoged también un santo patrón para la familia. Cread un horario que permita que todos podáis rezar al mismo tiempo. Cuando se os cruce alguna dificultad, ¡acordaos de vuestro patrón o patrona familiar! Y no olvidéis darle gracias siempre por vuestra preciosa familia.