Hace pocos días la provincia francófona de Quebec, en Canadá, promulgó una ley que prohíbe a muchos empleados públicos, incluidos maestros, oficiales de policía y jueces, el uso de símbolos religiosos en el lugar de trabajo.
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
La ley fue aprobada con el visto bueno de 73 diputados y con 35 votos en contra. El proyecto promovido por el ministro de Inmigración y Diversidad de Quebec, Simon Jolin-Barrette, prohibe el uso de los pañuelos musulmanes, la kipá judía y los crucifijos cristianos.
Esta ley indica que “cualquier objeto, incluyendo ropa, símbolos, joyas, adornos, accesorios o sombreros” será considerado como “una señal religiosa”, si se usa “en conexión con una convicción o creencia religiosa o si se considera razonablemente que se refiere a una afiliación religiosa”.
Mientras que los defensores de la medida dicen que promueve la separación de la Iglesia y el Estado, los opositores ya han desafiado la ley en los tribunales, diciendo que se dirige a las mujeres musulmanas y erosiona la libertad religiosa.
Pero, en realidad obedece a un hecho sociológico: Canadá se está quedando sin religión.
Cinco datos para entender la aceptación de la ley
Basados en los datos del Centro de Investigación Pew (Pew Research Center) se pueden colegir estos tres datos que muestran el estado de la situación de la religión, más aún de la religión cristiana en el país más al norte del continente americano.
Primeramente, más de la mitad (55 por ciento) de los canadienses son cristianos (29 por ciento católicos), pero tres de cada diez no están afiliados a ninguna iglesia. Una parte decreciente de los canadienses se identifica como cristianos, mientras que una proporción cada vez mayor dice que no tienen religión.
En segundo lugar, la mayoría de los canadienses dicen que la influencia de la religión en la vida pública está disminuyendo en su país.
De hecho, 64 por ciento de los canadienses dice que la religión tiene un papel menos importante en su país que hace veinte años.
Posibilidades de cambio
Un hecho importante ante esta ley de la provincia de Quebec es que Canadá tiene niveles bajos de restricciones gubernamentales sobre religión y en su Constitución se protege la libertad religiosa, por lo que podría echarse atrás la ley que prohíbe el uso de símbolos religiosos a los funcionarios públicos.
Ciertamente, los canadienses son más religiosos que franceses, británicos. Relativamente pocos canadienses participan frecuentemente en prácticas religiosas tradicionales, como la oración diaria o la adoración semanal. Pero el PRC encontró que 55 por ciento de los canadienses opinan que la religión “sigue siendo al menos algo importante en sus vidas”.
Pero dos tercios de los canadienses (67 por ciento) dicen que no es necesario creer en Dios para ser morales y tener buenos valores.
Aproximadamente tres de cada diez canadienses tienen una opinión opuesta, y dicen que para tener buenos valores, la creencia en Dios es esencial.
*Con información del Centro de Investigaciones Pew*