No es fácil … pero puede cambiar tu enfoque y ayudarte a enfrentar lo negativo¿Cómo podemos ver la belleza ante la enfermedad, el sufrimiento o la maldad? ¿Cómo es posible evitar el desaliento y dar gracias, a pesar de las pruebas de la vida?
La investigación en psicología muestra que practicar la gratitud puede llevar al crecimiento personal. Sin embargo, la investigación rara vez habla de gratitud en medio del sufrimiento. La gratitud y el sufrimiento a menudo parecen contradictorios. Aquí es donde la espiritualidad puede cambiar nuestra perspectiva, permitiéndonos continuar dando gracias a pesar de los desafíos.
La fe permitió que Etty Hillesum, una víctima del holocausto judía holandesa, dijera, incluso mientras la deportaban a Auschwitz: “Y sin embargo, esta vida me parece bella y llena de sentido”.
Ver lo positivo en lo negativo
En su libro Puissance de la gratitude. Vers la vraie joie (“El poder de la gratitud: hacia la verdadera alegría”), Pascal Ide señala que, en términos psicológicos, la capacidad de extraer lecciones positivas del fracaso y la adversidad se denomina replanteamiento positivo. El sufrimiento altera nuestro campo de conciencia y nos hace enfocarnos en el dolor que soportamos. La elección de cambiar nuestra perspectiva podría permitirnos encontrar razones para la gratitud, incluso en situaciones difíciles.
La autora ofrece varios ejemplos: una niña que está encantada de encontrar un plato intacto después de derribar una pila entera de platos, una mujer que se regocija en su sentido del gusto elevado, “gracias” a su pérdida de visión … A veces, incluso en situaciones dolorosas como las enfermedades graves o la pérdida de un ser querido, podemos descubrir el fruto del sufrimiento: un mensaje de esperanza que llega a miles de personas, o el fortalecimiento de los lazos familiares.
Pascal Ide nos invita a hacer de esta perspectiva positiva un hábito virtuoso, al igual que el neuropsiquiatra David Servan-Schreiber, quien sufrió cáncer cerebral: “Mi receta para mantener una reserva de optimismo es concentrarse en lo que está funcionando bien. Todos los días, reviso todas las cosas, grandes y pequeñas, que han sido agradables, que me han brindado placer, alegría o simplemente diversión, y siento gratitud. Cultivo concienzudamente mi sentimiento de gratitud “. (No es el último adiós)
Considerar los bienes como regalos
Una familia, una casa, buena salud, agua que sale del grifo, frutas y verduras, amor, amigos … Podemos acostumbrarnos a todo y, a veces, olvidar apreciar nuestros regalos. A menudo no reconocemos lo que tenemos hasta que desaparece. Seamos agradecidos, aprendamos a dar gracias y sorprendiéndonos con estos regalos, en lugar de actuar como niños mimados.
“Regocijarnos con lo que consideramos nuestros bienes: familia, hogar, buena salud, nos hace apreciar la vida”, observa Philip Watkins, investigador de la Eastern Washington University. “Esta gratitud consciente nos hace apreciar lo que tenemos, en lugar de lamentar lo que nos falta”.
Viviendo con esperanza
Philippe Baud, fundador de un centro de estudios católicos en Lausana, Suiza, escribe sobre la víctima del holocausto Etty Hillesum, cuyas cartas y diarios se publicaron póstumamente:
“Lo extraordinario de Etty Hillesum es su capacidad para ver toda la vida como un regalo: todo lo que le sucede tiene un significado, es un regalo. No es que ella no quiera ver lo malo, sino que lo ve de manera diferente. En medio del alambre de púas, escribe: “En el fondo de mi corazón todavía vivo el sol de los días de verano en el páramo, y el campo de altramuces amarillos que se extienden hasta la cabaña …”
“Llena de alegría por su percepción de lo invisible, se vuelve radiante a la vista de los demás. Ella encarna una forma de esperanza que le hace ver la esencia del Reino, si no su realización. La situación de Etty Hillesum es grave, pero ella vive la esperanza. Ella vive en el presente y lo acepta como un regalo, siendo a la vez completamente consciente de la situación histórica a la que está sujeta.
“La esperanza consiste en creer que no todo está perdido cuando, desde una perspectiva humana, una situación parece desesperada. La esperanza vive más allá de la acción, perdura cuando no hay nada más que podamos hacer. Etty Hillesum reconoce su impotencia, pero cree en una salida invisible, a pesar de las apariencias. La esperanza se extiende donde la eternidad se hace sentir”.
Mostrar gratitud es dar amor por amor. Es amar a Dios, el dador supremo de todas las cosas, y esperar la vida eterna, el regalo supremo que Él nos ofrece a cada uno de nosotros.