Posiblemente sea la voluntaria más longeva del mundo. Clotilde Veniel cumplió el pasado 18 de mayo 107 años con una salud y vitalidad envidiables.
Clotilde aún acude a todas las reuniones y protesta porque “no me dejan hacer casi nada ya, sólo estar allí”. A pesar de todo, sigue ayudando a recoger ropa usada y a recaudar fondos, y sigue visitando enfermos. Aunque ahora “ya no es una obligación como antes”, sino que sólo lo hace cuando está bien y el tiempo es bueno. Su visita gusta a los enfermos porque su jovialidad y alegría les anima.
Paraula cuenta aquí su historia
