Incluso aunque se haya utilizado la receta de la abuela...
En la actualidad, nadie discute la importancia de adquirir unos hábitos adecuados para practicar una alimentación sana, suficiente y equilibrada. De acuerdo como nos alimentemos los efectos serán positivos o negativos, y más tarde o más temprano se verán los resultados reflejados en nuestra salud.
A partir del siglo XIX ha habido cambios en la alimentación de casi todas las poblaciones del mundo, asociados particularmente con la industrialización alimentaria.
Pero lamentablemente la tendencia ha sido creciente hacia el consumo de alimentos industrializados, generando un aumento notorio de sobrepeso y obesidad en las personas.
Frente a esta tendencia con un marcado consumo de alimentos ultraprocesados y altos índices de sobrepeso y obesidad, una de las recomendaciones más escuchadas por médicos y nutricionistas es la de modificar hábitos alimentarios optando en su mayoría por la comida casera, insistiendo en que lo mejor es cocinar más en casa.

Te puede interesar:
¡Evita a toda costa los alimentos ultraprocesados!
Por supuesto que es una buena recomendación, pero no incluye a todo, al generalizar puede llevar a confusiones frente a algunos alimentos como por ejemplo ¿cuándo hablamos de repostería, la recomendación es la misma? ¿Es más sana la repostería casera que la industrial?

Te puede interesar:
5 consejos para cocinar sano con poco presupuesto
¿Es más recomendable todo lo casero?
Cocinar en casa sí, porque es un paso importante para adoptar hábitos saludables, pero no significa que todo lo casero es sano. No es lo mismo elaborar una tarta de vegetales en casa que unas galletas dulces.

Lo primero que debemos saber es que en cualquier dieta sana los dulces son totalmente prescindibles,es decir que no los necesitamos para vivir, porque no cumplen ninguna función básica y el cuerpo no los necesita para desarrollarse correctamente.
Por otro lado, el dulce tiene un componente emocional, o ¿no te pasado de recurrir a chocolate, galletas y pasteles luego de haber tenido un mal día o cuando estás de festejo por un cumpleaños?¡Claro, que sí!
¿Qué hacemos entonces? Podemos disfrutarlos, pero manteniendo cierto control, su consumo debe ser ocasional, cuanto menor sea mejor.

Te puede interesar:
8 errores que podemos estar cometiendo en la alimentación familiar
¿Repostería casera o industrial?
Lo que sucede con la repostería casera es que al creer que todo lo casero es sano, nos lleva a abusar de ella, y puede ser igual o más calórica que la industrial.
Incluso aunque se haya utilizado la receta de la abuela, si tiene como ingredientes principales el azúcar, harinas refinadas y mantequilla, estaremos ante un alimento igualmente de perjudicial para nuestra salud que el industrial.
Por otro lado, un argumento habitual, que solemos utilizar es “mejor unas galletitas caseras que no llevan aditivos”. Es cierto que lo casero no lleva aditivos, pero no son esos los que de verdad convierten a un producto de bollería en una opción poco recomendable.
El problema principal está en los ingredientes que lo integran mayoritariamente, que generalmente son de mala calidad como ser las harinas refinadas, distintas grasas o azúcares.

Te puede interesar:
Consejos para sustituir el azúcar con alimentos más naturales y saludables
Los aditivos en este caso no son los malos de la película como pensamos, porque simplemente son utilizados para asegurar la durabilidad, palatabilidad o seguridad del producto del que forman parte.

En cambio, entre repostería casera e industrial la diferencia la encontramos en la calidad de los ingredientes. Por supuesto que en casa podemos elegir los ingredientes, y mejorar su calidad nutricional, por ejemplo, cambiando una harina refinada por una integral, o mantequilla por aceite de oliva virgen extra, el azúcar por frutos plátano o pasas de uva, entre otros, pero sigue siendo un plato demasiado calórico y no contribuye al seguimiento de una dieta variada y equilibrada.
Repostería casera o industrial debe ser de consumo excepcional
Del mismo modo nos sucede con los “productos light” nos los venden como “bajo en” por lo que tendemos a comer más cantidad que de los productos originales, ya que parecen más saludables, pero no es siempre así.
Estos productos como lo de repostería industrial o casera no deben ser de consumo diario, porque desplazan la ingesta de otros alimentos de mayor valor nutricional como lo es una fruta, un yogur natural, frutos secos y cereales integrales.
Con respecto a productos comerciales que se anuncian como «artesanales» o «al estilo casero», realmente no nos dicen nada, es como los productos vegetarianos o sin gluten o sin azúcar, no significa que por esa etiqueta sean sanos. Para saberlo la única manera es mirando las etiquetas, específicamente sus ingredientes.
La repostería casera o industrial nunca debe desplazar a los alimentos saludables (frutas, frutos secos, yogur natural, a un pan integral…), deben quedarse en el lugar de consumo ocasional, como un cumpleaños, una boda, un momento especial y nada más.
Si nuestro consumo de bollería o de ultraprocesados es realmente ocasional y está dentro de un estilo de vida saludable, las diferencias entre unos y otros no son significativas.