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Como lo anunciaron, los grupos promotores de la Ley de Legalización del aborto en la Argentina volvieron a presentar un proyecto en el Parlamento tras el rechazo del Senado del año pasado. El documento presenta algunas novedades con respecto al presentado el año pasado, pero no incluye atenuaciones o contemplaciones a los motivos por los cuales fue rechazado.
Nuevamente, la presentación se hizo con amplia cobertura mediática de los principales portales de internet y canales de televisión, y la portavocía de un nutrido grupo de actrices. Sin embargo, hasta el momento supone apenas una propuesta en mesa de entrada de la Cámara de Diputados. Para que se llegue a debatir el camino es largo, y debe haber clara voluntad política, como hubo el año pasado con el impulso del presidente. Primero debe tratarse en comisiones, en las que se debe aprobar un dictamen, y luego los jefes de los bloques deben acordar que ingrese en la agenda parlamentaria y así, si sortea la cámara de diputados, volver a debatirse en el senado.
En este proyecto, el aborto es un derecho de cualquier mujer, independientemente de su nacionalidad e incluso “condición de tránsito”, por lo que se abren las puertas para que una turista que no puede acceder al aborto en su país pueda hacerlo en la Argentina. Cualquier persona gestante, como se aclara, podrá acceder a él de manera libre hasta la semana 14 de embarazo, sin que hayan pasado más de cinco días de su solicitud, y sin límites en las semanas de gestación en los casos en los que el embarazo fuese consecuencia de una violación, que se acredita con declaración jurada, y si estuviera en riesgo su vida o salud integral, que se aclara es “completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones y enfermedades”.
Asimismo, en el proyecto se contempla que el aborto sea enseñado en todos los niveles educativos de todos los centros “como un derecho de las mujeres y personas gestantes, a través de contenidos científicos, laicos, confiables, actualizados y con perspectiva de género que puedan fortalecer su autonomía”. Y no se contempla la objeción de conciencia ni personal ni institucional.
Aunque todos los analistas coinciden en que difícilmente sea tratado en un año electoral, quienes presentaron el proyecto lo hicieron con tres objetivos: por un lado mantener el tema en la agenda; por otro motivar a los candidatos a la presidencia, gobernaciones y bancas parlamentarias en juego a pronunciarse; y en tercer lugar porque albergan la esperanza de que quizá, entre las elecciones de octubre y el cierre del año en diciembre, antes de un recambio que intuyen favorecerá a quienes se oponen al aborto, pueda sancionarse.
Marchas a favor del Dr. Rodríguez Lastra
Mientras se presentaba el proyecto siguieron las repercusiones por la sentencia de un juez de Río Negro en contra del Dr. Leandro Rodríguez Lastra, médico ginecólogo condenado por incumplimiento de deberes de funcionario público por no practicarle un aborto a una mujer con la que se consensuó continuar un embarazo y dar en adopción el niño.
Como ya informamos, éste recibió a una mujer embarazada con un cuadro infeccioso e inestable quien reconoció haber tomado medicamento para expulsar su feto de más de 20 semanas. En el Hospital y en conjunto con la madre juzgaron lo mejor para salvar a la mujer estabilizarla, continuar con su embarazo, y en la semana 35 practicarle una cesárea para que luego el niño sea dado en adopción.