Los ataques contra las iglesias católicas han aumentado en las últimas semanas en Bukina Faso. El domingo, cuatro fieles fueron asesinados en Toulfe, en el norte del país. Personas fuertemente armadas atacaron la iglesia en esta aldea alrededor de las 9 am mientras los fieles celebraban la misa del domingo. Toulfe ya había sido objeto de ataques a fines de abril por terroristas que quemaron un bosque y asaltaron escuelas en la localidad para exigir su cierre.
Desde la caída de Blaise Compaoré en 2014, Burkina Faso ha experimentado cierta inestabilidad, particularmente en el norte del país, donde se han infiltrado grupos yihadistas desde los países vecinos (principalmente Malí y Níger), con ataques dirigidos tanto contra cristianos como contra musulmanes.
El 13 de mayo, cuatro católicos fueron asesinados en una procesión mariana en Zimtenga. El día anterior, seis personas, incluido un sacerdote, fueron asesinadas durante un ataque durante una misa en una iglesia católica en Dablo. A fines de abril, una iglesia protestante fue atacada, matando a seis personas. Además, desde mediados de marzo, no hay noticias del abad Joel Yougbaré, sacerdote de Djibo, secuestrado por individuos armados. Finalmente, el 15 de febrero, el padre César Fernández, misionero salesiano de origen español, fue asesinado en el centro del país.
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