Actividades para enseñar a los niños a resolver conflictos
1. El círculo
La actividad del círculo tiene como objetivo mostrar que cada persona tiene sus propias motivaciones que, a su vez, son diferentes de las motivaciones de otras personas.
Además, se busca enseñar a los niños a entender y respetar la opinión de sus compañeros, aunque sea contraria a la de ellos. De esa forma, se pretende enseñar a los niños a resolver conflictos.
Primero, encuentra a algunos niños que se ofrezcan voluntarios para formar un pequeño círculo, pueden ser seis o siete. El resto de niños formará un círculo mayor alrededor de ellos.
El mediador de la actividad, que generalmente es el profesor, propondrá un tema a discutir.
Por ejemplo, puede ser un conflicto real que haya existido en el grupo o un problema ficticio.
Los niños que formaron el círculo menor discuten el problema. Cuando terminan, el resto de sus compañeros de clase discuten ese mismo asunto.
En esa segunda discusión, también analizaremos por qué los niños se ofrecieron como voluntarios y cuáles fueron sus motivaciones.
De la misma forma, deben discutir sobre cómo se sintieron cuando las opiniones de otros niños no coincidieron con las propias, si eso hubiera sucedido. Entonces, se debe analizar si los diferentes puntos de vista fueron respetados o no.
Finalmente, se realiza una evaluación para saber si alguien cambió de opinión con ese ejercicio. El papel del mediador es fundamental en esta actividad.
2. La tela de araña
En la actividad de la tela de araña, todos los participantes deben pasar por una tela de araña sin tocarla. El objetivo de ese juego creativo es estimular la capacidad colectiva de tomar decisiones y resolver conflictos. Los niños aprenderán a confiar en sus colegas y a valorar la cooperación.
Para realizar esta actividad, necesitarás una cuerda y un espacio grande, de preferencia al aire libre. Entonces, serán necesarios dos postes o árboles para amarrar la cuerda de cada lado.
Antes de empezar la actividad, construye una tela de araña entre los árboles con la cuerda. Deja espacios de varios tamaños, con los espacios mayores un poco más altos.
El objetivo es que los niños pasen del otro lado de la tela sin tocar la cuerda. Para lograr eso, deben pensar juntas sobre cuál es la mejor manera de pasar por los espacios y ayudarse unos a otros.
Puedes aumentar la motivación de los niños creando una historia de terror en torno a la necesidad de “escapar” atravesando el enmarañado.
Al final de la actividad, haz una evaluación a través de un debate entre todos los participantes. En esa discusión, serán analizados los mecanismos de cooperación implementados, y que los niños expongan cómo se sintieron a lo largo del ejercicio.
La actividad de la tela de araña permite enseñar a los niños a resolver conflictos en grupo. Como consecuencia indirecta, esa actividad también ayuda a la socialización de los pequeños.
“A través de las actividades para enseñar a los niños a resolver conflictos, la dinámica de aprendizaje se establece de forma lúdica y divertida.”
3. La representación
La dinámica de la representación – o juego de interpretación de papeles – también es muy usada para enseñar a los niños a resolver conflictos.
El principal objetivo es desarrollar e incentivar la empatía entre los participantes. Se trata de escenificar una situación real o inventada. Para eso, el grupo puede tener hasta aproximadamente veinte participantes.
El instructor o profesor debe proponer una situación de conflicto. Si dentro del grupo hubiera una situación que ha generado tensiones o peleas, puedes aprovechar esa oportunidad para lidiar con ello. También puedes inventar una situación hipotética.