Tenía siete meses de embarazo y se encontraba asilada por las inundaciones que afectan desde hace semanas a Paraguay. Su nombre es Rosalba Domínguez y su situación ha generado fuerte preocupación entre los miembros de su comunidad ubicada en El Chaco.
Es que Rosalba necesitaba ser trasladada de urgencia, vía aérea, a algún centro hospitalario debido a que se hallaba en las últimas horas en pleno labor de parto, algo que tenía que ser acompañado de la inmediata asistencia a su hijo debido a que iba a necesitar terapia de forma rápida por nacer antes de lo previsto.
Según publicó La Nación, los vecinos estaban tratando desde este martes trasladar a la joven, pero aún no había respuesta de parte de las autoridades, pues en medio de este contexto de inundaciones todo parece ser caos y confusión.
“Desde la Gobernación prometieron enviar un helicóptero para el traslado y hasta ahora no llega. No se puede salir por tierra por las inundaciones”, dijo a ese medio uno de los vecinos.
“Es fácil para ellos anunciar que va a llegar la ayuda en redes sociales desde sus escritorios, pero no actúan. Es difícil accionar desde donde están”, agregó el hombre al hacer referencia a la necesidad de asistencia también para otros casos de enfermos en la zona.
Desde que comenzaron las inundaciones, constata este medio, en el departamento de Presidente Hayes (Chaco) ya han sido ocho las personas fallecidas debido a enfermedades como tuberculosis o neumonía y por la falta de asistencia a tiempo.
Lo acontecido con Rosalba (al cierre de esta edición no se sabía si finalmente había llegado la asistencia) es tan solo un ejemplo más de lo complejo que se hace en algunos lugares del continente tener que enfrentar la larga agonía del aislamiento debido a inundaciones y desbordes de ríos.
Ver imágenes de inundaciones aquí (hacer click en galería):
El drama de los “desplazados por el agua”
Pero los efectos de las lluvias no solamente se padecen en lugares más alejados de la capital, pues la propia Asunción se ha visto sacudida por las inundaciones y la crecida del Río Paraguay.
En este lugar son más de 12.000 las familias “desplazadas por el agua”, reproduce Última Hora. A esta situación se sumaba en las últimas horas una nueva complicación: refugios transitorios colapsados, algo que genera la necesidad de ocupar otros espacios públicos para pasar los días.
Mientras esto sucede también persiste la otra cara: la solidaridad y espíritu de ayuda para con los más afectados. Y esa ha sido la actitud que se ha tomado desde la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Asunción, que día atrás lanzó un pedido solidario titulado: “Unidos por Paraguay”.
El trabajo a nivel de iglesia local se mantenía. Como ejemplo basta el siguiente mensaje y fotos difundidas por la Arquidiócesis de Asunción:
“La intensa lluvia a estas horas en Asunción no impide que las personas se sigan acercando hasta el depósito de la Pastoral Social del Seminario Metropolitano, aquí compartimos imágenes de la donación de la Academia de danzas Petronita Vinader y la Fundación Guaraní”.
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Con información en base a La Nación y Última Hora
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