Los obispos de México acaban de hacer un “llamado urgente” ante la crisis humanitaria que se vive en la frontera sur de México, concretamente en la ciudad fronteriza de Tapachula, puerta de entrada de miles de migrantes centroamericanos, cubanos y africanos a territorio mexicano.
“Nos preocupa –dicen los prelados en un comunicado el pasado fin de semana– la situación de la frontera sur, específicamente lo que vive la ciudad de Tapachula, en Chiapas”.
Más adelante señalan que “el inmenso número de migrantes continentales y extra continentales ha rebasado la ayuda de la Iglesia y la acción del Gobierno. Las instalaciones de la Estación Migratoria Siglo XXI están sobre saturadas lo cual no permite una atención humanitaria, provocando que los migrantes deambulen por la ciudad buscando ayuda”.
En esa Estación Migratoria hay cerca de 4.000 cubanos (otros 3.000 estarían varados en el norte, en Ciudad Juárez, frontera con El Paso, Texas), varios cientos de haitianos y africanos, así como miles de centroamericanos que buscan se les regularice su situación migratoria para poder cruzar el territorio mexicano y buscar entrar –en calidad de refugiados—a Estados Unidos.
Un plan de emergencia
El obispo de Tapachula, Jaime Calderón, pidió también a las autoridades, tanto municipales, estatales y federales, así como a la sociedad civil en general, que, ante el grado que ha escalado la crisis humanitaria que se está viviendo en esta ciudad”, haya una acción en conjunto para salvaguardar la paz y los derechos humanos de los migrantes.
“En la puerta de la frontera sur hay miles de hermanos nuestros, personas que tienen ya varios días sin comer y que duermen en la calle. Hay niños, ancianos, enfermos y algunas mujeres en la cercanía de las labores de parto”, apuntan los obispos mexicanos en su misiva.
A continuación piden al gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador, que “active y monitoree adecuadamente, dadas las circunstancias, un plan de emergencia a través de la autoridad y estructuras gubernamentales correspondientes”, y que se dé una atención humanitaria, especialmente aquellos que deambulan por la ciudad de Tapachula.
Al tiempo que, como Iglesia, ofrecieron apoyo, oración y ayuda, exigieron al gobierno federal esclarecer, “a la brevedad posible”, la legalidad con la que ingresan y solicitan paso por México.
Miles están varados
Por otro lado, este año se han registrado ocho ocasiones que migrantes de diversas nacionalidades se fugan de la Estación Migratoria Siglo XXI, por las condiciones de indefinición y de hacinamiento en que se encuentran confinados. Algunos han sido tomados por las autoridades y enviados a su país de origen, pero muchos otros, el número no se ha determinado, ya cruzan el peligroso territorio mexicano.
Los accidentes por los intentos de fuga de la Estación Migratoria son constantes. El domingo pasado, por ejemplo, en su intento de fugarse la cubana Odelki S. de 38 años de edad, cayó de la barda que circunda el recinto, ocasionándose lesiones en la columna, cervicales y una herida en la rótula izquierda, mientras que alrededor de 25 migrantes, en su mayor parte cubanos, lograron huir, por la parte trasera de la Estación.
Hace un par de semanas, las autoridades migratorias mexicanas decidieron cerrar la Siglo XXI por los desmanes que se habían ocasionado tanto al interior como al exterior. Los cubanos quieren salir de ella, por temor a ser deportados a Cuba, mientras que los haitianos, africanos y centroamericanos recién llegados a Tapachula quieren entrar a ella para obtener una visa humanitaria que les permita ir al norte.
Los números son inciertos, aunque se estima que existen en estos momentos cerca de cinco mil migrantes varados en la frontera sur de México con Guatemala, concretamente en Tapachula y sus alrededores. Constantemente nuevas oleadas se registran y no hay nada cierto para ellos: tan solo el caos.
Hoy celebramos a...