Un encuentro de médicos, agentes de cuerpos policiales y otros expertos señala el alcance de estas prácticas, que la sociedad considera tolerables La cifra es rotunda: un 20 por ciento de los jóvenes entre 14 y 18 años se ha emborrachado en el último mes en Cataluña, según datos que maneja la Guardia Civil española. El dato fue facilitado por el capitán Patrick Montes esta semana en la jornada “Fortalecer la personalidad del adolescente: el riesgo del alcohol y la pornografía como actividades recreativas”, que se celebró en el Palau Macaya de Barcelona bajo los auspicios de la Fundación Casa de Misericordia de Barcelona.
¿Qué ocurre los fines de semana en la mayoría de los barrios? ¿Cómo valoran los adolescentes el consumo de alcohol? ¿Dónde está el límite? Parece que no pasa nada y que todo es muy aceptable entre amigos, pero cuando el joven se ha enganchado y es un alcohólico, es la propia sociedad la que lo rechaza. Esa “hipocresía” lleva a muchos a convertir sus vidas en una ruina y a arrastrar la de sus familias.
Una sociedad hipócrita
Francesc Xavier Buqueras, psiquiatra experto en alcohología, subrayó que “la misma sociedad que muestra permisividad con el hecho de que un joven se exceda a la hora de beber, posteriormente lo estigmatiza si se convierte en un alcohólico”. De ahí que los profesionales reclamen hoy más formación en las aulas para que el joven conozca realmente los peligros de la ingesta de alcohol.
¿Puede hacer algo la familia en esta situación? El capitán Montes afirmó que “los adolescentes tienen menos herramientas para tomar buenas decisiones, pero la familia es la mejor y tienen que apoyarse en ella“. De ahí la importancia de hablar con los hijos, de generar confianza y de reforzar el vínculo pase lo que pase.
En cuanto a la pornografía, el médico belga Bernard Ars, presidente de la Federación Internacional de Médicos Cristianos, criticó la “cultura de la banalización” y la publicidad que busca enganchar a los más jóvenes.
El subsecretario del dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, mons. Segundo Tejada, emplazó a todos a “ver más allá” de nuestra propia realidad.
En cuanto a la pornografía, el biólogo neerlandés Vincent Kemme explicó que “vivimos un momento de incertidumbre respecto a la sexualidad”, caracterizado -entre otros aspectos- por la deficiente educación sexual que reciben los jóvenes. Recordó que siguen cumpliéndose las 3 As de la pornografía: Affordable (gratuita), Anónima y Accesible (desde cualquier dispositivo).
Pornografía no es amor
Roberto Valverde, fiscal de delitos tecnológicos, por su parte, confrontó la facilidad que tienen los jóvenes para acceder al porno y para ser ellos mismos protagonistas de grabaciones, pese a que en España y muchos países subir a la red un vídeo sexual de menores es delito, así como su distribución y su posesión. La presidenta de la Asociación de Consumidores de Medios Audiovisuales de Cataluña, Anna Plans, emplazó a las familias a “prevenir y hablar claramente a los hijos: pornografía no es amor”, dijo.
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